Este domingo 20 de septiembre se celebran las elecciones para gobernador, diputados provinciales, intendentes y concejales, punto de partida para lo que marcarán cierres de gestiones e inicios de nuevas administraciones. Sin dudas, la de gobernador es la que más tarea tendrá a partir del 10 de diciembre.
El trabajo para el/la elegido/a no será sencillo, independientemente de encontrarse con una provincia ordenada y repleta de obras, ejecutadas y por ejecutarse.
El primer escollo que deberá resolver quien suceda a Capitanich será el campo, este golpeado sector –motor de la producción provincial- que reclama hace mucho tiempo ser oídos, preocupados por los tributos que el estado les quita y que lleva a muchos colonos a vender sus propiedades a los grandes grupos, capaces de solventar la situación.
En el último tiempo este reclamo se endureció, con semanas enteras de productores reclamando en las rutas, acampando en ciudades y movilizándose por varios puntos del Chaco. Evidentemente, la ayuda brindada no alcanzó, por lo que el ganador deberá ingeniárselas para mejorar la situación que está entrando en ebullición y en cualquier momento explota.
GREMIOS
En la misma sintonía, seguramente antes del 10 de diciembre, el flamante gobernador deberá dialogar con los gremios más combativos de la salud, educación, administración pública y judiciales. Párrafo aparte para estos últimos, ya que la situación seguramente no será lo mismo gane quien gane, habida cuenta que la secretaria general del gremio más convocante de los empleados de la justicia es candidata a diputada y todo hace suponer que aunque no ingrese a la Legislatura, seguirá siendo afín en caso que el actual modelo continúe al frente. En caso de una victoria de la oposición, seguramente la situación será muy distinta.
Sin embargo, lejos de involucrarse partidariamente, los gremios de la educación (principalmente ATECH y Federación SITECH), esperan con ansias el nuevo gobierno para empezar a reclamar. La situación siempre fue tensa entre docentes y el gobierno, con un desgaste total entre el ministro de Educación y los líderes gremiales que levaron a incontables días de paro, reemplazos y descuentos de sueldos y duras declaraciones de ambas partes.
En la misma sintonía se encuentra la salud pública, con constantes paros en hospitales y centros de salud donde solo funcionaban guardias mínimas, dejando al descubierto serias falencias en este sistema. No obstante, la reciente aprobación de la ley de carrera sanitaria puede dar algo de tranquilidad a este sector.
En materia de seguridad pública el debate deberá darse desde el vamos, para evitar nuevos hechos de sedición como el del 2013. Todo está tranquilo por ahora, pero también a esta altura del 2013 lo estaba.
Si gana la actual oposición, la situación no va a ser nada fácil tampoco, habida cuenta las promesas de campaña que auguraban una notoria mejora de salarios públicos, más empleo privado y mejoras también en los planes sociales.
SIN CAPITANICH
Jorge Milton Capitanich al frente de la provincia es una cosa. Los gremialistas, sindicalistas, empresarios, productores y líderes sociales ven en él una persona con quien se puede dialogar. Cuando el gobernador ocupó el cargo de Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, y a cargo quedó Juan Carlos Bacileff Ivanoff (hoy olvidado completamente), la provincia entró en un caos tremendo. La falta de diálogo fue el principal reclamo. Peppo, Ayala y –por que no- García deberían tomar nota.
