Así lo dispuso el Concejo Deliberante Municipal mediante una ordenanza. Las construcciones antiguas o nuevas, que superen los 400 m2, deberán tener vegetación en su parte superior.
El municipio tendrá, desde ahora, tres años de tolerancia para la adecuación a esta nueva iniciativa sustentable y ecológica. En caso de tener fundamentos, los propietarios tendrán la posibilidad de pedir una extensión de un año más.
La ordenanza que comenzará a ponerse en práctica expresa que la misma afectará a «las zonas de mayor densidad poblacional de la Ciudad, que son aquellas zonas que en la actualidad aportan en mayor medida a generar el efecto isla de calor y zonas potencialmente propensas a densificarse en el corto y mediano plazo, a los fines de evitar que se transformen en zonas críticas».
En lo referido a costos y gastos que tendrán los dueños de los inmuebles, la asesoría técnica explicó que deberán disponer de $1.500 a $2.000 m2. Las obras nuevas se verán beneficiadas por una reducción de las tasas para registro de planos que cubriría un 50 % de esa inversión. También se preveé una reducción de impuestos para los propietarios que se sumen a la iniciativa en forma voluntaria en cualquier zona de la ciudad.