Los trabajadores, que ante la quiebra del medio lo convirtieron en una cooperativa para mantener sus fuentes de trabajo, se acercaron al edifico de la calle Amenábar 23 para resolver la situación, ya que por la hora en la que sucedió todo había poca gente en el edificio.
El momento fue captado por el periodista de Telefé Noticias Diego Petrafesa, que grabó el momento en el que la patota se retiraba del edificio que comparten el diario con radio América, ubicado en Amenábar 23.
La violenta agresión a la redacción de Tiempo Argentino contó a su favor con una actitud pasiva de la Policía Federal, que no solo tardó en actuar para desalojar a los patoteros sino que inclusive les sirvieron de escolta para el momento en que se retiraron, luego de haber realizado su «trabajo».
En una clara demostración de inacción policial, los agresores pudieron irse del edificio acompañados por los oficiales.

Según contó el movilero del canal de Martínez, los usurpadores desconectaron a su vez a la radio, que también integró el holding de medios de Sergio Szpolski y que se había anunciado su venta en enero al empresario correntino Mariano Martínez Rojas el cual, de acuerdo a los propios periodistas de Tiempo, se hallaba con el grupo que rompió el edificio y las herramientas de trabajo.
«Al primer lugar que fueron fue a Recursos Humanos, para romper los registros de la Cooperativa», expresó Federico Amigo, periodista de Tiempo Argentino.
Según denunciaron los comunicadores del medio a través de las redes sociales, el grupo de atacantes cerró las puertas para evitar que los trabajadores ingresaran a la redacción.

«La fiscal Andrade ordenó que la policía nos identifique a nosotros uno por uno. Y que haya una «custodia» para que no entre nadie», dijeron los trabajadores, según informó La Nacion.

«La Policía está siguiendo los procedimientos formales como si esto no fuera una ocupación ilegal ni un medio de comunicación. No está actuando y nosotros desde afuera escuchamos como siguen rompiendo cosas y vimos como se robaron documentación», indicó Nicolás Zuberman, desde la puerta del edificio del diario.
