[dropcap] E [/dropcap] ste jueves a las 20:30, continúa el ciclo sobre padres e hijos con la película “El Globo Blanco” (1995), del director iraní Jafar Panahi, con guión del director iraní Abbas Kiarostami, quien es considerado su maestro y uno de los principales realizadores de ese país. La entrada al microcine, calle López y Planes 336, es gratuita.
La historia gira en torno de una niña que quiere comprar un pez para festejar el año nuevo iraní. La madre se resiste pero finalmente le da el dinero, el que se le cae en un sótano, por lo que la niña recurre a un soldado, a su propio hermanito y a otros que aunque viven en Teherán (capital de Irán) no se conocen entre ellos. En la historia aparecen distintos personajes desde el principio, pero a lo largo del filme recién van definiendo el papel de cada uno.
Otro personaje que da sentido a la obra, es un muchacho afgano que vende globos, y que es quien aporta la solución para recuperar el dinero que se cayó en un sótano. Pero este chico afgano, justamente, quien participa entusiasmado en el “rescate”, queda al finalizar el filme solo, cuando los niños con el dinero recuperado compran finalmente el pez y vuelven a su hogar. La sensación es que ha perdido a sus amigos ocasionales y que éstos, como niños que son, ni se han acordado más de él.

Pareciera ser una parábola muy evidente referida a la guerra entre Irán, Irak y Afganistán y las relaciones humanas; los prejuicios existentes y las diferentes manifestaciones culturales, como así también la condición humana sobrevolando todo aquello y muchas veces logrando el “milagro” de que enemigos irreconciliables se unan en pos de un objetivo común, con la ayuda de un soldado, de un comerciante, de un cliente insatisfecho, de un chico afgano y de un pez.
Censura y fábulas
Panahi fue censurado por el gobierno iraní y se le prohibió realizar películas durante 20 años, pero se las ingenió para hacerlas y fue premiado internacionalmente por todas ellas.
Debe recordarse que en Irán están prohibidos los filmes de contenido sexual, violentos o políticos. Como ha sucedido siempre en la historia de la Humanidad, las carencias o prohibiciones son las que más estimulan el deseo y por ende son motores poderosos del comportamiento y en definitiva, marcan los límites de la libertad como así también las estrategias para extender esos límites y conseguir cumplir los deseos, que siempre son proporcionales a la carencia: cuanto menos tengo, más quiero.
Todas sus historias, como ocurre con las de otros realizadores de Irán –algunas ya exhibidas en los ciclos del Centro Cultural- tienen como protagonistas a niños y sus historias son muy sencillas, pero poseen el valor intrínseco de una fábula, y como tal están cargadas de significación y sobreentendidos como para que el espectador saque sus propias conclusiones, o sea, descubra la moraleja, que nunca queda explícita.
También se proyectará el cortometraje “El Acordeón”, del mismo director. El tema de los niños es recurrente, pero en este caso se trata del robo de un acordeón con el que dos hermanitos se ganan la vida. Es una fábula sobre el tener y el no tener, y las variadas maneras de dar utilidad a algo según se sepa o no cómo utilizarlo. Habla de la solidaridad y de la importancia de compartir, con una referencia sesgada pero innegable y clara de los conflictos bélicos entre Irán y sus vecinos.
Se comunica que el sábado 16 de julio será la inauguración del Auditorium Irma Miró de Castillo. Costó mucho trabajo todo esto, pero ya seguimos en carrera, ahora. Los esperamos