Por primera vez en la historia de Cruz Azul, padre e hijo jugaron juntos un partido. Y los protagonistas son argentinos. Se trata de Christian «Pipi» Giménez y Santiago Giménez, que compartieron un puñado de minutos en la derrota ante Pumas en un amistoso.
El momento histórico se dio a los 30 minutos del segundo tiempo, cuando Santiago, de apenas 15 años, ingresó por Erick Torres. Y en la primera combinación entre padre e hijo, se produjo un penal: pase filtrado del Chaco, buena recepción del juvenil e infracción del arquero Saldívar. Pero la fiesta en la casa de los Giménez no fue completa: Christian erró el penal y Pumas se impuso por 1 a 0.
De todos modos, fue una buena presentación de Santiago, que nació en la Argentina cuando «Pipi» jugaba para Boca, pero se nacionalizó mexicano. El juvenil es un delantero potente y de buena estatura (1,80), que integra el Sub 17 de Cruz Azul.
En las inferiores, Santiago marcó 30 goles, según las estadísticas oficiales de la página web de la Liga Mexicana. Y en el Apertura 2016, hizo 10 tantos sobre un total de 1362 minutos de juego. El hijo del «Pipi» se había sumado al plantel el último miércoles. Luego el entrenador le dio el visto bueno y lo convocó para el duelo ante Pumas. «Siempre soñé con jugar con mi hijo. Nunca me imaginé poder viajar o jugar con él, pero lo disfruto», dijo el padre de la criatura.
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