El violento hecho ocurrió en Córdoba en medio de una discusión luego de que el joven de 26 años rompiera el vehículo cuando salió a bailar. Mientras era recriminado por su progenitor de 61, el joven tomó un revolver calibre 38 y, antes de efectuar dos disparos, le dijo: «Esta vez te fuiste a la mierda, ahora no vas a joder más».
El violento episodio se registró el pasado domingo, previo al almuerzo familiar, en una vivienda de dos plantas ubicada en la calle Malvinas Argentinas, de la localidad de Embalse, en Córdoba.
Allí, padre e hijo discutieron porque el joven (que había salido a bailar el último sábado por la noche) había chocado el auto familiar, un Ford Fiesta Kinetic, y su papá, en medio de un ataque de ira le recriminaba este episodio gritandole y arrojandole objetos contundentes.
En esos momentos, según testigos, el muchacho cansado de los reproches fue hasta su habitación y tomó un revólver calibre 38, con el que le efectuó dos disparos a su progenitor, quien cayó gravemente herido.
Según señalaron testigos a la polícia, el joven antes de gatillar contra la humanidad de su padre le dijo: “Esta vez te fuiste a la mierda, ahora no vas a joder más”.
La víctima fue identificada como Eduardo Díaz, de 61 años, quien permanecía internado en estado muy delicado en una clínica privada con una herida en el ojo izquierdo y otra bajo un axila. En tanto, el hijo del herido, llamado Francisco Díaz, de 26 años, quedó detenido y se encuentra alojado en la comisaría de Embalse.
En tanto, al llegar la policía, el hombre herido fue llevado al hospital zonal y su hijo apresado por los uniformados que además secuestraron el arma homicida y dos casquillos de bala, al tiempo que se realizan peritajes.
Fue un vecino de los Díaz, Hector Medina (mecánico de 46 años) quien llamó al 911 advirtiendo sobre esta situación. Más tarde, recordó lo sucedido a los agentes a quienes le indicó que: “Yo estaba tomando mate adentro, con mi señora, y de repente escuchamos los dos tiros y salimos a ver qué había pasado», además aseguró que «las discusiones eran frecuentes».
Ya en la vereda: «Escuché los gritos de la mujer y de la hija, que pedían la ambulancia. Y después, el hijo varón bajó la escalera”. Por último, y mientras su padre se recupera en el hospital, el joven quedó a disposición de la Justicia, quien determinará los hechos y su futuro, luego de ser imputado por «tentativa de homicidio calificado», por orden de la fiscalía de Río Tercero.