Así lo confirmó el Centro Ruso para la Reconciliaicón en Siria. Las tropas del ejército avanzaron y acorralaron a los rebeldes en una zona que no supera los 10 kilómetros cuadrados. Hay más de 100 mil personas que se vieron obligadas a dejar el territorio.
La entidad rusa reveló que, de la cantidad de personas mencionadas, unos 40 mil son niños. Todos debieron dejar sus residencias en el este de Alepo, donde avanza día a día la operación bélica del gobierno y el ejército sirio para recuperar ese sector de la ciudad que estaba dominado por los rebeldes.
SANA, la agencia oficial de noticias con la que cuenta Al Assad comunicó que unas 3.500 personas se trasladaron a lugares controlados por el oficialismo, para ser posteriormente llevados a un centro de refugio temporal en Yibrín.
Europa Press, por su parte, sostuvo que 2.215 insurgentes depusieron las armas en el marco de la ofensiva.
La situación se inclinó a favor del gobierno sirio en julio, cuando en conjunto con distintos aliados Al Assado decidió comenzar los bombardeos para luego llevar a cabo una incursión terrestre que, al parecer, obtuvo los resultados esperados.
