El incidente que sucedió esta mañana en el centro de Resistencia, donde un camión arrastró dos postes de luz por engancharse de los cables, habla de la poca planificación y control que existe en la capital chaqueña.
*De la Redacción de TN24
Tristemente, nuestra provincia, con la capital a la cabeza, está muy lejos de otras localidades argentinas donde se establece un horario para el tránsito de camiones por determinados lugares. Incluso, hay sitios donde la circulación de los camiones está prohibida.
Pero Resistencia es tierra de nadie. Literalmente.
Este hecho tomó trascendencia porque pasó en el centro de la ciudad y generó desmanes de gran magnitud, pero los camiones (o los camioneros) no respetan nada y es común que vecinos deban lidiar con cortes de cables de energía, internet, videocable o teléfono, no teniendo en cuenta que en muchas ocasiones, son servicios primordiales y que se utilizan para trabajar.
Pero esto se replica no solo en el centro de la ciudad. En los barrios la cosa es peor, donde además de cortar cables, destrozan calles de tierra a la hora de circular.
Hay una realidad: ese camión nunca debió llegar a ese lugar, ya que los inspectores de tránsito (que reiteramos, no tienen la única función de hacer boletas de infracción), debieron frenar al camionero que, de igual modo, es el principal responsable de este siniestro.
Tal vez esto sirva de llamado de atención para Capitanich, que a veces padece la falta de previsibilidad pero tiene una gran muñeca para reaccionar ante acontecimientos desafortunados. Sería una solución limitar o coordinar la circulación de camiones en el centro de la ciudad, como también en los barrios, para que se disminuyan los problemas que los vehículos de grandes portes ocasionan.