Cerró la planta Pampero-Cardón en Fontana y quedaron sin trabajo 37 operarios. Este es el dato duro que impacta en los medios. La política de importación aplicada por el gobierno de Macri está generando una devastación en la cadena productiva e industrial textil, con eje en el algodón.
Pero el cierre de la planta de Pampero reconoce otras causas que determinaron su total fracaso, desde antes que se dieran los primeros pasos. Se destinaron millones de pesos para auspiciar y financiar este emprendimiento que nunca funcionó, y que fue parte de un esquema mucho más grande que se diseño para usar y destinar los fondos públicos con propósitos inconfesables.
Siempre tropezamos con la misma piedra. En esta ocasión, son más nítidas las responsabilidades del gobierno anterior, incluso con nombres y apellidos. Pero en el Chaco impunia todo sigue igual y pasa de largo porque investigar a gobernantes tiene un costo. Lo que debería ser un gran escándalo, se oculta detrás de las políticas regresivas del gobierno macrista.
Proyecto Polo Chaco Textil vs. Prointex-Chacú
El proyecto Polo Chaco Textil había creado 2.000 empleos en dos años a través de las fábricas nuevas que fueron creadas, las recuperadas y las cooperativas textiles sociales que se formaron en todo el Chaco. Luego, el emprendimiento fue plagiado, según su creador Teo Gincoff.
De un día para otro, en abril de 2011, Capitanich decretó que el proyecto más premiado de la gestión pasara a llamarse Prointex-Chacú, desplazando de sus funciones a Gincoff. Patricio Fiorito, ex presidente de la Fiduciaria del Norte S.A., hoy acaudalado empresario del sector privado, señaló en un informe de 82 páginas que “el Polo Chaco Textil cambiaba solo de denominación, manteniendo sus objetivos, personal de planta, cuentas bancarias y CUIT. El informe fue enviado en julio de 2011 al Ministro de Economía, Eduardo A. Aguilar”. Así lo afirma Gincoff y lo repite varia veces, a lo largo de una extensa entrevista.

Antes de que Capitanich decidiera el cambio de denominación del emprendimiento Gincoff reclamaba que se realizara una auditoría porque “sospechaba que se habían realizado gastos paralelos por un total de 7 millones de pesos que se habían esfumado entre el primer día de enero de 2011 y el 21 de julio de ese mismo año, o sea que en siete meses se birlaron aquella suma millonaria”, afirma Gincoff y agregó que nadie daba ninguna respuesta. Desde ese momento apareció en escena Nicolasa Jacob, esposa del Subsecretario de Economía, Sebastián Agostini, desempeñándose como coordinadora general de Prointex-Chacú, que fue lanzado públicamente con la presencia del entonces intendente de Villa Ángela y actual gobernador, Domingo Peppo.
De ese modo “usurparon mi cargo y mi proyecto, al que sólo le habían cambiado de denominación”, manifiesta irritado Gincoff. Esta acción llevaría a Nicolasa Jacob, en 2014, a la imputación penal por seis cargos delictivos, junto a su esposo Agostini, el exministro (hoy senador) Eduardo Aguilar, su concubina, Alicia Mirtha Aguilar, los dos exvice presidentes de la Fiduciaria del Norte S.A, Mabel Simonsini Viñas y Alejandro Cucher (actual gerente de Santana Textil), más dos empresarios llamados Edgardo Andrés Ivanier y Víctor Moguilner. El fiscal penal (hoy juez) Norberto Javier Azcona los imputó por los posibles delitos de abuso de autoridad, administración fraudulenta, fraude en perjuicio de la administración pública, violación de los deberes de funcionario público, cohecho y malversación de caudales públicos.
En 2015 la Jueza Zózzoli no procesó a los imputados argumentando fallas técnicas en el trámite de la causa porque el denunciante Gincoff no tenía legitimación –según la referida magistrada- para realizar la denuncia ya que si se cometieron delitos el perjuicio afectaba el patrimonio público y no al denunciante. Como casi en todas las ocasiones, el Estado no se presentó en el expediente penal como damnificado, ni solicitó que se investiguen los delitos como correspondía hacerlo a través de la Fiscalía de Estado, a pesar de que así fue planteado a través de una nota presentada por el Centro Mandela ante el Fiscal de Estado que ocupaba el cargo en este momento por decisión del actual gobernador Domingo Peppo, que estuvo de paso. En ese escrito se puso en conocimiento del Fiscal el daño patrimonial provocado a los chaqueños por quienes habrían participado en la movida para sustraer fondos públicos millonarios.
Para entonces el Prointex-Chacú ya había gastado más de 40 millones de pesos y la gestión Capitanich había anunciado el otorgamiento de subsidios, fondos e inversiones por 1.000 millones. Así fue que entregaron 12 millones de pesos iniciales a Pampero-Cardón, a lo que siguió un subsidio de 1.4 millones de pesos otorgado por la Fiduciaria del Norte en 2014, y anunciaron 32 millones del Fondo Fiduciario Fondear en 2015 para Pampero. Lo que nunca se supo es si efectivamente se gastaron 45 millones de pesos en Pampero-Cardón junto a Prointex-Chacú. En cualquier caso, ahora se ven los resultados con el cierre de la planta de Pampero, que en realidad nunca funcionó como una fábrica textil. Ahora todo está a la vista.
También se anunciaron otros subsidios y entregas de recursos públicos. Sobresalió que el gobierno chaqueño daría 250 millones de pesos para Santana Textil, más 190 millones para una supuesta fábrica de la empresa Tipoiti en Chaco. En 2015 TN Platex recibió 80 millones, según Sebastián Lifton y Sebastián Agostini. Según anuncios oficiales, el gobierno refería la entrega de 360 millones de pesos y 800 millones para la industria.
“Todo esto ocurría en 2015, cuando Lifton era Ministro de Industrias, Gustavo Ferrer (hoy Ministro de Industrias) era su Subsecretario y Sebastián Agostini (ex Ministro de Industrias de Lifton) era asesor del Jefe de Gabinete Nacional Jorge Milton Capitanich, en la Presidencia de Cristina Fernandez De Kirchner. Todos estos funcionarios son del Grupo Aguilar, hoy senador nacional. Estos funcionarios son los responsables directos, anteriores y actuales, de la destrucción total de la industria algodonera y son los mismos que están hoy”, sostiene Gincoff de manera muy enfática, y agrega “¿dónde están los fondos anunciados? ¿Qué pasó? ¿Quién los cobró? ¿A dónde fueron? Gincoff refirió que se hacía estas preguntas porque todos los que se beneficiaron y recibieron fondos por más de 1.000 millones en 2015 cerraron sus fábricas al año siguiente”.
Polo Industrial de Fontana vs. Polo Chaco Textil
Según Gincoff, luego se produjo el segundo plagio. El intendente de Fontana, Antonio Rodas, continuó -paso a paso- el sistema del emprendimiento Polo Chaco Textil. Inclusive contrató a la misma secretaria para el desarrollo de lo que sería el taller de Pampero-Cardón. Siguiendo el proyecto original “copiaron el sistema fábrica Llave en Mano que había creado para el Polo Textil, además de imitar la metodología de reutilizar fábricas cerradas y abandonadas, como habían hecho con los tinglados ubicados en calle Fray Rossi y La Pampa que estaban abandonados hacía tres décadas”.

El proyecto fue presentado con los denunciados Eduardo Aguilar, Sebastián Agostini y Nicolasa Jacob de Agostini, cuando en el predio industrial de Prointex (ex Polo Textil) existían dos supuestas plantas nuevas y vacías para instalar allí a Pampero-Cardón. Gincoff denunciaba el plagio del proyecto. Envió cartas documentos y presentó una denuncia penal, que luego fue conocida como la mega-causa Prointex-Chacú (Expte. N° 37517/11). A raíz de esto, los funcionarios denunciados llevaron todo lo relacionado a lo textil a Fontana, señaló Gincoff.
Chaco Moda Show vs. Mar del Plata Moda Show
Según el diseñador, luego siguió el tercer plagio. Un mes antes de la inauguración oficial de la planta Pampero-Cardón, en Fontana, Prointex-Chacú, a cargo de Nicolasa Jacob Agostini, cubrió las calles de la ciudad de Resistencia, medios de prensa y televisión con publicidad de un mega desfile que denominaron Chaco Moda Show.
Ante los hechos que sucedían, Gincoff señaló que “se comunicó con el famoso empresario y productor de moda Héctor Vidal Rivas, quién se mostró sorprendido y furioso por aquella denominación ya que era el dueño del emprendimiento que fue registrado como Buenos Aires Moda Show, Tigre Moda Show, Mar Del Plata Moda Show y otras denominaciones (Moda Show) en el país y Latinoamérica. En la conversación, según Gincoff, “surgió que un mes antes el equipo Prointex-Chacú pagó y participó del famoso evento de Héctor Vidal Rivas, en el que Nicolasa Jacob de Agostini tomó la idea y el nombre registrado de Moda Show y se lo apropió rápidamente para plagiarlo en Chaco”.
Inmediatamente después, el prestigioso empresario Vidal Rivas intimó al Ministro de Industrias Agostini y al Gobierno de Chaco para que no utilizaran ni plagiaran el nombre de su empresa y la marca. Esta intimación judicial llegaría tan sólo unos días antes del evento anunciado como Chaco Moda Show para la supuesta inauguración de la fábrica de Confección de Jeans, ropa de trabajo y alpargatas de la marca Pampero- Cardón. Pero Prointex-Chacú ya había plagiado y utilizado el nombre y marca Moda Show durante un mes en las publicidades masivas. “Para zafar del escándalo nacional, dos días antes del evento, el Gobierno cambió la denominación de Chaco Moda Show por el de Chaco Desfila, quedando claramente en evidencia el plagio en toda la ciudad de Resistencia, Canal 9, Diario Norte y en los muros de Facebook de Antonio Rodas, Intendente de Fontana, y del Facebook de Prointex-Chacú y Nicolasa Jacob, según Gincoff.
El desfile de prendas supuestamente confeccionadas en Chaco
Para Gincoff luego siguió el cuarto plagio. Prointex-Chacú anunció un desfile de productos chaqueños realizados por Pampero, cuando en realidad nada de lo exhibido en la pasarella había sido confeccionado en Chaco ya que era imposible que la planta hubiera funcionado antes de ser inaugurada. Al día siguiente fue cerrada el establecimiento casi por un año. Todos los productos mostrados por Gabo Nazar, dueño de Cardón, fueron confeccionados fuera del Chaco y nunca se llegó a producir en nuestra provincia. Mientras tanto, el gobernador Capitanich, el presidente de la Cámara de Diputados Aguilar, el ministro Agostini y el intendente Rodas aplaudían una puesta en escena que cerraría al día siguiente. Muchos fueron los anuncios, las fotos y la fiesta popular con “Nene Malo” y “Los Chaques”, junto a Zaira Nara y María Del Cerro, en un entrevero de personajes de Tinelli y cumbia villera, con pan y circo. Millones de pesos pagados por el pueblo y miles de niños desnutridos muertos. “Un verdadero disparate”, dijo Gincoff.
Pampero-Cardón nunca funcionó
Después Gincoff menciona el quinto plagio. Los informes y notas de prensa oficiales para el año 2014 anunciaban que la Fiduciaria Del Norte S.A. subsidiaría a Pampero-Cardón con 1.4 millones de pesos para iniciar capacitaciones. “Esto sucedía casi dos años después de la vergonzosa bailanta fashion, llamada Chaco Desfila”, sostuvo el reconocido diseñador y emprendedor.
La capacitación de las operarias se prolongaría por casi dos años, hasta el cierre definitivo. Mientras tanto, todos los gastos los pagaba el Estado. En diciembre de 2015, sólo una semana después de que Capitanich dejara la Gobernación, la planta Pampero-Cardón fue tomada por sus pocos operarios capacitados. Denunciaban tres meses sin cobrar sueldos. Habían resistido en silencio hasta que Capitanich se fue del cargo.
El 4 de noviembre de 2016, en una reunión en Inti Textiles, en Buenos Aires, la Directora Nacional afirmó que Pampero- Cardón no funcionó nunca en la producción de jeans por falta de capacidad de los operarios, calidad y cantidades mínimas de producción. El Coordinador General de Calidad del INTI estaba presente en esa charla. Gincoff señaló que les presentó “un proyecto para recuperar la industria del algodón de Chaco y marcó que el INTI también fue responsable de la “destrucción de la cadena de valor del algodón porque callaron y ocultaron todo, y no informaron la destrucción de la industria del algodón”. Dos horas después, en la página digital de Diario Norte apareció el Ministro de Industrias de Chaco, Gustavo Rubén Jesús Ferrer, anunciando el “salvataje del algodón de Chaco junto al INTI”.

Gincoff destacó que Ferrer “repitió en la nota absolutamente todos los conceptos que había volcado en el Proyecto entregado al Inti Textiles. Habían robado y plagiado otra vez en dos horas”, señaló molesto el diseñador, que desde hace mucho tiempo viene señalando el fracaso del emprendimiento textil financiado por el Estado y la destrucción de la producción algodonera y de la cadena industrial, a pesar de los millonarios fondos gastados inútilmente y que se perdieron sin ningún tipo de explicación. Es evidente que de una semilla podrida no se puede cosechar un fruto sano. La industria textil y la cadena algodonera en Chaco fue destruida desde su base, el algodón.
En el camino abundaron millones de pesos de los chaqueños que fueron malgastados y algunos plagios, que se revela a través del cierre de la planta Pampero-Cardón y antes con la clausura de TN Platex.
Centro de Estudios e Investigación Social Nelsom Mandela.
