Según varias investigaciones científicas (entre ellas, un estudio realizado en la Universidad de Pensilvania), se afirma que los hombres calvos son percibidos como más altos, más fuertes y más dominantes, por lo tanto, más atractivos, que la propia versión de sí mismos con pelo.
Y tal parece que todo tiene una explicación antroplógica y cultural. «El cerebro femenino valora como positivas las cualidades atribuidas a los calvos (fuerza o dominancia) para la atracción sexual. Por otro lado está lo que la sociedad relaciona como símbolo de poder y éxito profesional, un arquetipo donde también se posiciona el hombre calvo, gracias a la influencia de los medios”, menciona la psicóloga Arantxa Cámara al sitio BuenaVida.
Por su parte, el psicólogo y experto coaching de imagen, Domingo Delgado, explica que “la estética de la calvicie ha evolucionado a lo largo de la historia, desde considerarse una desgracia hasta convertirse en símbolo de purificación, intelectualidad, dignidad o potencial de seducción. Aunque no se puede generalizar, es cierto que la calva provoca un impacto visual y una apariencia más dura, directa y dramática», agrega Delgado.
Por si fuera poco, un estudio realizado en colaboración con los tratamientos médico-estéticos capilares Jürgen Schillo, demostró que los hombres calvos eran percibidos como más inteligentes y sabios, además de sexualmente fieles e incluso mejores padres.
Fuente: Esquire Latinoamérica