El diputado considera que el mural «denigra» la imagen presidencial» vinculando al mismo con crímenes de lesa humanidad»
El texto expresa:
Con dolor recibí imágenes de una pintura cargada de violencia e injusticia. El dolor se transformó en indignación cuando supe que reclutaron niños chaqueños, alumnos de escuela primaria, para la inauguración de un mural que denigra la figura presidencial y revisiona de la manera más tramposa la parte más oscura de nuestra historia como Nación.
Pintadas organizadas por la política que vuelve a sus peores costumbres: el uso de menores de edad inocentes, a quienes arrearon a contemplar un mural que denigra la investidura presidencial y vincula irresponsablemente al Presidente de la Nación con crímenes de lesa humanidad, y lo asocia nada menos que a los 30 mil desaparecidos y la Masacre de Margarita Belén.
Lo que se conmemora el 24 de marzo merece una reflexión seria, y no la manipulación de sectores minoritarios con acceso a habilitaciones estatales. Debe este ser un día que enaltezca la premisa de educar a los más pequeños para que nunca más volvamos a transitar una sangrienta dictadura.
Pero para algunos es una herramienta política para abusar de nuestra historia y de nuestras cicatrices. Pretenden confundir a la sociedad. Tergiversan y llenan de fango algo sagrado: la figura de un presidente elegido democráticamente.
Me pregunto entonces: ¿Con autorización de quién se realizó un mural en el viaducto de una ruta nacional y en el acceso a la ciudad de Resistencia? ¿La violenta «obra» es una de las tantas que auspicia el municipio en el mismo sitio?
Y mucho más importante: ¿Quién permite que niños identificados con una escuela asistan a inaugurar este mural? ¿Sabe el ministro de Educación que están siendo utilizados políticamente alumnos del nivel Primario de una escuela pública?
Hablamos de educación, debatimos un conflicto agudo como es el de los docentes, luchamos por más dignidad en sus sueldos, e invocamos la calidad educativa para nuestros niños. Mientras tanto, algunos optan por reclutarlos y engañarlos de esta forma. Es la crueldad autorizada, esa variante de mala política.
Repudio así la manipulación de nuestra historia, la vinculación de la investidura presidencial a delitos de la dictadura, el mensaje violento que promueve crisis y división, el indiscriminado manejo de los espacios públicos, y sobre todo a los responsables intelectuales y políticos por el uso de alumnos de escuela primaria para un acto político de estas características.