La llegada de Gendarmería a Sáenz Peña dio -seguramente- algo de tranquilidad a los habitantes de la ciudad «Termal», aunque al parecer los gendarmes se olvidaron de proteger las comisarías. En este contexto, de la puerta de la seccional Primera, «cacos» se hicieron de una motocicleta que estaba estacionada.
El hecho tuvo lugar cuando una policía de la Comisaría Primera de Presidencia Roque Sáenz Peña, durante su guardia, a plena luz del día, le robaron la moto que había dejado en la vereda de esa unidad ubicada en pleno centro, exactamente frente a la puerta.
La policía llegó a trabajar a primera hora. Como lo hacía habitualmente, estacionó la motocicleta en la vereda, justo frente a la puerta para asegurarse de que tanto ella como sus compañeros la pudieran vigilar.
Al final de su turno, se despidió del resto del personal y caminó directamente hacia la puerta principal de la comisaría, desde donde percibió el infausto panorama: su moto, una Honda Wave roja, había desaparecido como por arte de magia.
Ninguno de los policías había observado movimientos extraños en el lugar. Algunos hicieron memoria y recordaron haberla visto por última vez a mitad de la tarde.
Resignada, la damnificada dio media vuelta, regresó sobre sus pasos y radicó la denuncia penal correspondiente, ante sus camaradas de la guardia entrante.
