Una agrupación ambientalista emitió un informe detallando que debido a las intensas lluvias de los últimos dias, parte de la defensa se esta desprendiendo.
La misma corresponde a la defensa este del sistema de defensas del Gran Resistencia.
El informe, que lleva la firma del licenciado Ramón Vargas, Presidente de la Fundación Encuentro por la Vida, expresa lo siguiente:
«El hundimiento producido, junto al muro de ala de hormigón de la margen izquierda de la obra, tiene una dimensión de unos diez metros de largo por seis metros y una profundidad estimada en cuatro metros. No se ve ningún indicio de que este volumen de material se fugue por las juntas de los muros de ala. Tampoco llega al río crecido por deslizamiento.
En dos oportunidades se ha repuesto el volumen de suelo desaparecido rellenando con suelo cohesivo (greda o arcilla) y compactado con máquinas de gran porte. Estos rellenos han desaparecido nuevamente.
La única posibilidad es la existencia de “tubificaciones” que actúan como corrientes de agua subterránea debajo del terraplén, y que arrastran el material de relleno, según las presiones que se tengan de uno u otro lado del dique. Esta es una grave señal de peligro que también se expresan en las grietas del edificio donde está la sala de comandos de bombas y compuertas, el patio de los transformadores y la playa de operaciones del puente grúa, que fueron justificados en su momento como “asentamientos naturales del terraplén” por las autoridades de la APA y expertos del Banco Mundial, cuando en realidad forman parte del mismo fenómeno de tubificación que denunciamos en junio del año pasado.
Esta pérdida de material, se muestra en las fotos satelitales desde septiembre del 2015. También se dan en ambos extremos del puente carretero y su contacto con el terraplén, aunque permanentemente se los ha ido tapando sin resolver el problema de fondo.
Ya en marzo del 2010 denunciamos desde la Fundación Encuentro por la Vida: Cultura y Democracia Ambiental doce problemas que estaban afectando a la obra de control y su terraplén de la defensa. Los mismos fueron confirmados por la misión de expertos del Banco Mundial, aunque se les quitó entidad, naturalizando los movimientos de los muros de ala, la pérdida de material y los asentamientos indicados, como que no ponían en riego la obra de hormigón.
El tiempo nos está dando la razón sobre la gravedad de la situación, que hacemos pública nuevamente, dado que los fenómenos denunciados se están profundizando y son las señales más claras del riesgo que corremos todos los habitantes del Área Metropolitana del Gran Resistencia.
Es muy grave que las autoridades actuales no hayan informado públicamente de estos eventos y que se pretenda solucionarlos “rellenando” el hundimiento, como si se tratara de un bache de un camino, cuando se trata de una obra hidráulica que nos defiende a todos.
Una vez más tenemos que informar a la opinión pública, de las deficiencias con que se está manejando el conjunto del Sistema de Defensa. Este incluye el mantenimiento de las obras, el respeto a las normas y Manual Operativo para su correcto funcionamiento y contar con personal capacitado y suficiente para realizar estas tareas.
Las mismas señales de peligro daba el Dique del Río Negro, antes de romperse en julio de 1982, que produjo 25.000 inundados. Las autoridades de aquel momento no quisieron ver ni escuchar. “Todo está controlado” fueron las últimas palabras por radio del gobernador Ruiz Palacios. Una hora después se desplomó el dique. En pocas horas, las aguas ocuparon las casas de los vecinos, que no pudieron sacar sus cosas y salieron con lo puesto. Es de necios no ver, no escuchar y solo tapar los problemas. Siguen existiendo hasta que se produce la catástrofe».