El futbolista que jugó en clubes verdaderamente grandes del nordeste, falleció en la madrugada de este sábado producto de un paro cardiorespiratorio. Emiliano, de 33 años, se estaba entrenando para jugar en El Nacional. Sus restos son velados en De Bonis.
Mayúscula sorpresa y golpe fue la noticia este sábado del deceso de Giletta, un cinco aguerrido que no daba por perdida nunca una pelota.
Partió hacia la tierra donde no hay sufrimiento en la madrugada de este sábado cuando su corazón -sorpresivamente- dijo basta.
En redes sociales, amigos, colegas, entrenadores y preparadores expresaron su dolor y muestras de congoja.
Giletta era además mienbro de la Asociación Consejo Profesional de Trabajadores de la Psicologia Social del Chaco, cuyos directivos también se mostraron sumamente dolidos.
«Hasta la victoria siempre» era una frase con la que se identificada, e incluso que llevaba tatuada en su piel. Seguramente seguirá luchando desde el cielo.