En los últimos días del mes de mayo, los empleados públicos tomaron conocimiento al analizar las liquidaciones de sueldos, del incremento brutal de la cuota sindical de UPCP, llegando en algunos casos a $700 mensuales, lo que significa un aumento del 300% respecto al mes anterior, cifra que contrasta notablemente con el exiguo y vergonzante 6 % acordado con el gobierno como recomposición salarial.
Como era de esperar, al estupor e indignación, siguió la decisión de miles de trabajadores de renunciar a la afiliación al sindicato. Inmediatamente se formaban largas colas en la sede gremial de compañeros presentando su respectiva renuncia.
Con impotencia y dolor vemos como se acentúa así la desintegración de hecho de UPCP, cuyo destino parece ser el de transformarse en un cascaron vacío, cuya máxima expresión de lucha reclamando cualquier reivindicación, es una lamentable concentración de no mas de 50 compañeros dando pena y convirtiéndose en una triste muestra de debilidad y decadencia. En tanto esto sucede, proliferan los conflictos sectoriales donde cada ministerio o repartición reclama mejoras salariales como única alternativa de mantener aunque fuera el poder adquisitivo o reclamar la estabilidad laboral como contracara de las audaces conquistas de las caricaturas de dirigentes que están destruyendo aceleradamente una historia de 55 años del que fue un sindicato que a través de años y de distintas comisiones directivas se hizo sentir y respetar ante cualquier gobierno.
Se sabe de acuerdo a información fidedigna, que más de 4.000 Trabajadores se han ido de lo que queda de UPCP, esta destrucción, no solo marca una inédita incapacidad de quienes la están provocando, sino que nace cuando determinadas personas comenzaron a usar la estructura sindical para hacer carrera política. Ministerios y diputaciones les han regalado como premio por su falaz paso destructivo del gremio y han designado como herederos a estos impresentables personajes que hoy lo conducen al abismo.
Nos queda como consuelo, el recuerdo de otras épocas donde nadie vendió las banderas, y acompañados por movilizaciones multitudinarias estuvimos al frente de reivindicaciones y luchas históricas. Jamás nos arrepentiremos de haber servido con errores y limitaciones a consolidar y transformar a UPCP en el sindicato más importante del norte argentino y no servirnos de él y los compañeros que confiaron en nosotros. Y todo lo hicimos con cuotas societarias que hoy equivaldrían a $70 apróx., el 1,5% del básico inicial, como marca el estatuto.
Lógicamente que para hacer militancia, lo hacíamos caminando o en bicicleta, y no en vehículos de alta gama, con zapatos verdes y aires de divo.
RAÚL RUBÉN VALLEJOS
Ex Secretario General UPCP
DNI: 32977059
Gabardini 77, Resistencia.-