El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió hoy su indicador correspondiente a la Incidencia de la Pobreza y la Indigencia, mediante el cual reflejó una caída en los niveles de pobreza en la Argentina de alrededor del 2 por ciento, en comparación a los resultados obtenidos mediante el mismo estudio durante 2016. La población alcanzada por ese porcentaje todavía no puede acceder a bienes y servicios básicos.
Durante el primer semestre del año pasado el INDEC había determinado que un 30,3 por ciento de la población, es decir casi 15 millones de personas, se ubicaban en el estrado socioeconómico correspondiente a la pobreza. En el mismo período, pero del corriente año, el organismo estatal detectó que ese número se redujo a unas 12 millones de personas, un 1,7 por ciento menos.
La fracción alcanzada significa un logro para la administración de Mauricio Macri, ya que implica haber llegado a valores inferiores a los detectados durante 2015. Según el Observatorio de Deuda Social de la UCA, se trata de la menor cantidad de pobres desde el comienzo del mandato de Cambiemos.
La tendencia se replica, según el INDEC, en la Ciudad de Buenos Aires, donde se evidencia un reflejo de la desigualdad en la Argentina. La caída de la pobreza porteña habría sido del 3,8 por ciento, alcanzando la cifra del 15,6 por ciento. La indigencia, por caso, al finalizar el mes de junio en la Capital Federal el porcentaje fue del 3,9 por ciento, el reflejo de un descenso del 1,7 por ciento.
Sin embargo, el panorama general sigue siendo preocupante en la Argentina, porque según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, la mitad de las familias reúnen un ingreso por mes de menos de los 15.244 pesos que requiere la compra de los productos que integran la canasta básica familiar. Cerca del 50 por ciento de los argentinos mantiene ingresos cercanos a los 14.632 pesos.