El hecho sucedió ayer en la ciudad termal, cuando el ayudante del fiscal Marcelo Soto mandó a desalojar a un grupo de personas. Pero lo grave fue que la orden correspondía a otro lugar.
Quien se refirió al tema fue Romina López, una de las damnificadas por el error durante el procedimiento, y detalló lo sucedido de la siguiente manera: “vinieron entre las 8 y 9 de la mañana. Se presentó un ayudante con una orden de desalojo que decía que me tenían que sacar las cosas a la fuerza. Me decían que si yo no quería perder el candado, tenía que abra la puerta sino ellos iban a tener que usar la fuerza, entrar y sacarme las cosas”, comentó la mujer a Diario 21.
Asimismo, añadió que “yo estaba sola con los chicos, los tres son chiquitos: la más grande de 5, el del medio 2 y el bebé que tiene 6 meses. Yo hablé con la persona que vino y le pregunté si por lo menos me podían dar hasta el mediodía que yo consiga con qué sacar las cosas….”.
“Me dijeron que no tenía más tiempo. En el papel que me dejaron, la persona que había hecho la denuncia por una usurpación, pidió por un terreno que está ubicado en el lote 9 –manzana 3- y donde yo estoy es Lote 28 –manzana 16-, no coincide”, manifestó López.
Finalmente, sentenció: “Yo cuando compré estaba la piecita hasta un cierto altor, mi papá me levantó una pieza del lado más arriba –cambió las chapas- y eso tuve que tumbarlo todo porque me decían que sino desarmaba el lunes venían con una máquina, lo que sacaba me quedaba y lo que no, iban a poner una barra de policías para que no pueda entrar”.