Así lo informaron en el medio radial LT7 de Corrientes, Joana Sánchez y Olga Romero madre y abuela de Nahiara Barrientos, una niña que tiene una discapacidad motriz y que en la escuela Nº 290 “Juan Ramón Vidal” del barrio Juan XXIII no dejan que la menor pueda tener clases.
“Hace un mes que no va a la escuela, le conseguimos más integración y la directora (Julia Sosa) le cierra las puertas”, comentó Joana.
Nahiara se moviliza en sillas de ruedas, su discapacidad es solo motriz, su mamá la anotó a principios de año y consiguió el certificado de una maestra integradora, pero estando en abril, aún no puede ir a clases como cualquier niño.
La pequeña concurría al Instituto Crecer con Todos, tenía asistencia profesional como kinesiología y maestra integradora durante dos días. Sin embargo, en la escuela ubicada por calle Hernán Cortes 760 le dicen que tienen que tener cinco días el apoyo del instituto.
“Mi hija llora que quiere ir a la escuela, tiene un certificado de discapacidad que dice que está apta para ir a una escuela común e igual se les cierran las puertas. Quiero saber porqué mi nena no puede ir”, dijo su mamá.
La menor cursa el 4º grado, los años anteriores los hizo en la misma escuela que hoy no le permiten desarrollarse académicamente.
Según lo que le expresaron las autoridades la negativa es por los baños no están adaptados a chicos con discapacidad , no pueden hacer rampa teniendo presente que la nena se traslada en sillas de ruedas, pero su mamá es la que la acompaña a diario y la ayuda en los recreos.
En tanto la abuela, consternada, se quebró al aire y dijo: “mi nieta llora porque no puede ir a la escuela, su hermana melliza va. Si la directora no tiene las condiciones para atender a los chicos que se retire, porque está discriminando a mi nieta”
Por su parte, Silvia Cabrol, directora de Educación Especial de Corrientes, se comunicó con el programa y dijo: “Nahiara necesita ser escolarizada como cualquier chico”.
La funcionaria confirmó que concurrirá a la escuela, porque evidentemente hay un malentendido de como se debería integrar a la niña.
“Si ella, (Nahiara) no se puede desplazar sola, pero tiene la asistencia de su mamá en los recreos, que la acompaña al baño, no es necesario que tenga una maestra de integración”, explicó.
“A veces se confunde un acompañante terapéutico con un maestro de apoyo, que este ultimo es otorgado al establecimiento no al alumno en particular”, sostuvo Cabral.
En cambio, un acompañante terapéutico el ministerio de Educación no lo otorga porque “no estamos autorizados a tocar a los niños, no podemos entrar con ellos al baño, higienizarlos, salvo que sea una emergencia”.
Cada caso se toma en particular, “bajaré a la escuela, analizará el caso, tendré una reunión con la directora y la maestra de grado y luego de eso se va a resolver, pero creo que no hay ninguna dificultad que ella tenga que asistir con una maestra de integración”.
“Crecer con Todos debe mediar para que la nena tenga las adecuaciones curriculares correspondientes”, finalizó.
*LT7 Corrientes
