La jornada de ayer estuvo marcada por las protestas y movilizaciones convocadas por la CGT y las CTA. Distintas organizaciones, tanto sindicales como sociales, salieron a las calles de Capital y expusieron los reclamos en Casa de Gobierno.
La gestión de Gustavo Valdés vive por estos días una situación compleja y cargada de polémica: a las estadísticas de pobreza, que ubican a Corrientes en lo más alto de un ranking preocupante, se sumaron el descontento y el malestar de la gente que dejó en claro su rechazo al ajuste a nivel provincial y nacional.
Ayer marcharon gremios, organizaciones sociales, partidos políticos y vecinos independientes. Todos coincidieron en lo mismo: las políticas de Mauricio Macri en general, pero también de Valdés en Corrientes, solo golpean al pueblo y al bolsillo de miles de familias.
Como muestra de la bronca, en un contexto de crisis, vale aclarar que la movilización concluyó en Casa de Gobierno. Allí es donde se toman las decisiones más importantes para la provincia y sus habitantes, las mismas que los manifestantes ven como un ataque al conjunto de los trabajadores.