Charata: una joven fue víctima de violencia de género por parte de su pareja

Policiales

El último episodio sucedió días atrás, cuando el joven atacó a su novia e inclusive la hizo caminar por la calle desnuda. La chica hizo la denuncia, pero el sujeto logró irse de la localidad sin ser detenido.

La historia de violencia es de vieja data. Comenzó cuando L. conoció a ‘Leo’ vía Facebook y se pusieron de novios hace más de un año. El agresor es de Taco Pozo, pero estudia en la capital chaqueña y allí también golpeó y humilló a la joven.

“Hace más de un año que vengo en esta relación con una persona manipuladora, bastante inteligente. Me manipuló muchísimo, psicológicamente. Tuve que recurrir a un psiquiatra, me sentía muy mal, no quería estar con nadie, tenía mi autoestima muy baja. Agarré valor para contarlo gracias al tratamiento psiquiátrico que recibo. Tenía muchísimo miedo de no salir de eso. Parecía que estaba loco, me asusté muchísimo”, dijo la chica al referirse al horror que le tocó vivir.

Luego, en relación al episodio del lunes, dijo que aceptó salir con el chico por su insistencia pero nada fue como esperaba.

“Cuando volvíamos, en la calle apenas tuvo la oportunidad me empezó a ahorcar. Había momentos que me desmayaba y el esperaba que yo reaccionara y seguía, me sacaba la cabeza para que vomite afuera del auto y volvía a hacerlo”, relató.

Asimismo, agregó: “Yo le pedía por favor que me suelte, que no iba a decir nada, y no quería, me seguía gritando. Me desnudó en medio de la calle me hizo caminar dos cuadras, hacía muchísimo frio, y no me dejaba vestirme. Después me dejó ponerme un buzo y me empujó en un lugar donde había espinas. Me gritaba p… hasta que me dejó vestirme, y me trajo a mi casa. Mi papá estaba despierto y me escuchó llegar llorando, y ahí tuve el valor de contarle”

Lamentablemente, tanto la víctima como su familia vivieron otra situación que genera indignación a cualquiera.

Trinidad, la madre de L., dijo lo siguiente: “no confío en la justicia, hice la ampliación de la denuncia, con detalles y me enteré que una familia vio lo que pasó y no la ayudaron. Logré dar con esas personas, pero me dijo que tenía miedo de meterse, pero si llamó a la policía que no vino”.

“Tanto en el hospital como en la Comisaría de la Mujer fue un trato muy apático, como si no estuviéramos ahí. Mi hija tiene la suerte que con mi marido la acompañamos no la dejamos sola ni un segundo, pero hay chicas que no lo tienen. Las víctimas deben ser contenidas”, concluyó.