A cuatro años de la primera convocatoria, se realizó una nueva movilización Ni Una Menos -la quinta en la historia- con la certeza que los reclamos se visualizaron como nunca antes, pero donde las respuestas no llegan.
Como en el resto del país, en Resistencia marcharon organizaciones locales, donde la concentración inició alrededor de las 15 en avenida Sarmiento 1675 (sede de la línea 137), y de allí se movilizaron a Casa de Gobierno para la lectura de un documento conjunto.

NUMEROS QUE DUELEN
La cantidad de femicidios siguen siendo las mismos desde que la organización La Casa del Encuentro comenzó a contabilizarlos. Desde el primer #3J hasta hoy se contabilizan 1193 femicidios.
En los últimos once años se produjo un femicidio cada 32 horas en nuestro país. Sólo durante el último fin de semana, se conocieron dos casos en la provincia de Córdoba: Alejandra Palavecino, de 18 años, fue asesinada por su novio en Anisacate e idéntico final tuvo Jésica González a manos de su pareja -y enfrente de sus hijos- en General Viamonte.
Entre 2008 y 2019 hubo 2952 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas. En más del 62% los femicidas fueron parejas o ex parejas de las víctimas. Unos 3717 niñas y niños, el 64% son menores de edad, se quedaron sin sus madres.
A pesar de que el tema empezó a ser parte de la agenda pública y se produjeron algunos avances en tanto a las políticas públicas, las cifras y la desigualdad no disminuyen. ¿Por qué?
Nadia Ferrari, integrante del Equipo Latinoamericano de Justicia y Genero (ELA), analizó que si bien en nuestro país contamos con muy buenas leyes para tratar la violencia contra las mujeres «lo que necesitamos es que sean aplicadas de la forma correcta y que el presupuesto sea el adecuado».
Además, resaltó que es preciso que se contemplen otro tipo de violencias: «Las políticas públicas quedan muy por detrás la necesidad de generar una igualdad en el ámbito laboral, en el cuidado en el hogar. Las tareas que siguen recayendo en las mujeres y por culpa de que siguen recayendo en las mujeres cortan sus libertades, sus posibilidades de ejercer su libertad en el ámbito laboral».
Para Ferrari, el hecho de que las marchas sean cada vez más masivas para Ferrari se explica porque «hay más personas que se sienten identificadas no sólo con el Ni Una Menos sino con los reclamos del movimiento feminista y de mujeres. Se sienten apoyadas, acompañadas en sus reclamos y que hoy se escucha su su voz, que fueron silenciadas por mucho tiempo».
Información: TN24 y MinutoUno.
