Lo confirmó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina. En detalle la cifra llegó a 176 litros por habitante, algo que no pasaba desde 1990.
Según los datos del observatorio de la Cadena Láctea Argentina, que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Oesca, en 2019 el consumo por habitante en nuestro país es de 176 litros, el número más bajo desde 1990, cuando llegó a 162.
Pedro Bussetti, Presidente de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), indicó que los productos lácteos empezaron a faltar en la mesa de los argentinos por la suba de precios.
“Esto se explica en parte por el gran incremento que viene sufriendo en su precio, de hecho, en los últimos 12 meses la suba llega al 92,7%», explicó el especialista.
“En 2015 consumíamos 217 litros por habitante lo cual no es solo un dato económico sino que también tiene que ver con la calidad de vida, la calidad de alimentación y la cantidad de proteína que reciben los chicos. Hoy hay familias que no pueden comprar la canasta básica de alimentos, entre los cuales están los lácteos”, añadió.
«En 4 años, hemos descendido 41 mil litro menos por habitante por año. Una de las razones es el aumento en los lácteos», subrayó.