Debido al avance del virus COVID-19 el Gobierno tomó fuertes medidas para evitar la propagación, pero los centros de contacto o ‘call centers’ parecen quedar afuera, y con ellos los miles de trabajadores que en estos se desempeñan para poder llevar el pan a la casa.
Como pasó en varios de los que funcionan en Resistencia, hoy los empleados de la empresa Atento (ubicada sobre Arturo Illia casi Las Heras) tuvieron que asistir al lugar como todos los días, pero con la diferencia de que -por estas horas- dicho edificio es un caldo de cultivo por la aglomeración de personas y las escasas medidas de seguridad e higiene.
Se pudo saber que algunas personas pueden optar por licencia sin goce de sueldo, como aquellos que tienen hijos en edad escolar por ejemplo, pero esa opción golpea fuerte al bolsillo de los trabajadores.
Pero el reclamo generalizado es que los dejen trabajar desde sus hogares, como algunos ya lo están haciendo.
Desde el sindicato de empleados de comercio, aparentemente, no hay respuestas claras y tampoco una defensa férrea de los afiliados.
Los empleados además temen que, por retener las actividades, los directivos decidan sanciones o incluso despidos por reclamar sus derechos.
La situación es similar en casi todos los Call Centers de Resistencia y Barranqueras, y hasta el momento nadie brindó soluciones. Ni desde la empresa, ni desde el Gobierno provincial.
