La decisión del Banco Central que llevó a los bancos a abrir sus puertas pronosticaba una situación complicada en las sucursales de todo el país. Los jubilados, desesperados por cobrar su salario y preocupados por la subsistencia diaria en medio de una cuarentena obligatoria, colmaron las entidades bancarias.
Cabe recordar que la atención por cajero humano durante los próximos días estará restringida y solo podrán ingresar a los bancos los adultos mayores y los beneficiarios de planes sociales.
Desde anoche la gente comenzó a hacer filas, y hoy todo amaneció desbordado.
Nuevamente queda de manifiesto que siguen las fallas operativas y de logística para contener a los clientes, quienes quedan expuestos a contagios solamente por querer cobrar su dinero y comprar alimentos para vivir.