Luego de confirmarse 23 casos positivos entre los internos de un pabellón de la institución carcelaria, el resto de los detenidos exigen mejores medidas de seguridad e higiene.
En menos de un mes, la penitenciaría ubicado a metros del puente Chaco – Corrientes protagonizó varios hechos de tensión y violencia.
Primero se confirmaron contagios entre penitenciarios, luego se desató un motín en el que mataron a un recluso y después los 23 presos contagiados de COVID-19. Pero la situación no terminó ahí: hoy un detenido se subió a los muros y sus compañeros expresaron la preocupación por las condiciones del recinto.
Pidieron que las autoridades cumplan con el deber de proporcionar los elementos de higiene y seguridad, como también las garantías para que no se abandonen a los presos ante posibles nuevos infectados.
Los hechos se conocieron vía redes sociales y encendieron las alarmas en la Unidad Penal 1 de Capital.