La medida de fuerza se desarrollaba afuera del predio, pero las fuerzas de seguridad intervinieron para ponerle fin.
La fábrica de alfajores La Nirva, que elabora los alfajores Grandote y de la marca La Recoleta, bajó sus persianas y los trabajadores que permanecían acampando en la puerta de la planta fueron desalojados, aunque retomaron el reclamo.
Los delegados aseguraron que los propietarios emitieron cheques para pagarles a los empleados una deuda que ya se extiende a siete meses, y a la hora de cobrarlos descubrieron que no tenían fondos.
La planta permanece cerrada. Desde febrero que no produce, pero hace un año que arrastra problemas. Para este jueves está previsto un encuentro en el Ministerio de Trabajo bonaerense, donde los trabajadores buscarán llegar a algún acuerdo para retomar el funcionamiento de la planta, aunque el escenario no es bueno