Gran sorpresa en el barrio Zampa: hallaron una Boa Curiyú de más de 3,5 metros

Sociedad

Vecinos dieron el llamado de alerta sobre el avistamiento de la boa curiyú en la zona del Barrio Zampa.

Este lunes por la noche, vecinos del barrio Zampa de Resistencia, se encontraron con una gran sorpresa. Una Boa Curiyú de más de 3.5 metros.

Los especialistas de la Fundación Refugio Salvaje y agentes de la Fiscalización Ambiental dependiente de la Subsecretaría de Ambiente y Biodiversidad del Chaco, realizaron el rescate de un ejemplar de Boa Curiyú. “Todas las serpientes cumplen un rol fundamental en nuestro ecosistema”, señalaron desde la Fundación.

La enorme Boa apareció en cercanías de avenida Urquiza y donde se realiza el tratamiento de deshechos cloacales.

Cuidar la fauna entre todos
Desde la Fundación Refugio Salvaje piden a la comunidad que ante la aparición de ejemplares silvestres en zonas urbanas comunicarse con: WhatsApp: (0362) 476 6829 o (362) 406 8462 / Telegram: (0362) 476 6829 o (362) 406 8462 /

BOA CURIYÚ
Su nombre científico es Eunectes notaeus y pertenece a la Familia Boidae (Boas). El nombre común deriva de “Curú tijú”, que significa “espuma en la garganta”, y posiblemente se debe a la abundante saliva que se acumula en su boca cuando traga una presa.

CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS
Aunque el color más característico de la especie es el amarillo como lo indica su nombre, lo cierto es que pueden tener una leve tonalidad verde u olivácea gracias a las escamas.

En los flancos (laterales) y en la parte ventral, sobre el fondo amarillo, se esparcen gran cantidad de pequeñas manchas negras irregulares. Asimismo, en torno a todo el cuerpo hay patrones de color marrón negruzco. Debido a estos matices, estas serpientes pueden mimetizarse dentro del agua y sobre la vegetación.

La dentición es de tipo “aglifa” (dientes macizos, carentes de canales por donde circula la ponzoña). Por lo general, el largo promedio de una Eunectes notaeus adulta oscila entre los 2,4 y los 4,5 m., superando incluso los 40 kg de peso, aunque se han registrado ejemplares de hasta 6,5 m.

Como sucede en otros ofidios acuáticos, las narinas y los ojos se encuentran levemente desplazados hacia la parte dorsal, esto les permite permanecer a la espera de una presa con el cuerpo y casi toda la cabeza sumergida.

HÁBITAT
El entorno natural ideal para la especie es en pantanos de agua dulce y ecosistemas húmedos, con abundante vegetación y de aguas quietas como las selvas tropicales.

DISTRIBUCIÓN
En Argentina habita principalmente el Noreste del país, en las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero, aunque está principalmente asociada a la región del Chaco Húmedo u Oriental. En el resto de Sudamérica, podemos encontrarla en la región Sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y Este de Bolivia.

ALIMENTACIÓN
Se alimentan de manera regular y sus presas principales suelen ser peces, aves acuáticas, yacarés, carpinchos y coipos, así como otros mamíferos (como pecaríes y venados) y reptiles (como lagartos y tortugas). Al capturar a la presa, envuelven el cuerpo de la misma y la presionan, enroscándose en ella hasta asfixiarla (constricción).

COMPORTAMIENTO
A excepción de reunirse con motivos estrictamente reproductivos en épocas de apareamiento, el resto del tiempo, machos y hembras son solitarios. Prefieren invertir su tiempo en cazar o descansar.
Si bien no representan un peligro para el ser humano, los ejemplares de esta especie suelen tener un temperamento fuerte, pudiendo atacar sólo si se sienten amenazadas y en necesidad de defenderse.
Sus movimientos en tierra son bastante lentos, no así en el agua donde es muy ágil y desarrolla gran rapidez en sus movimientos.

LONGEVIDAD
En un entorno salvaje natural, una anaconda amarilla puede vivir de 15 a 20 años, mientras que ejemplares en cautiverio han llegado hasta los 23 años.

RELACIÓN CON EL HUMANO
Al ser inofensiva para las personas y alta depredadora de roedores, ha sido tradicional, especialmente en fincas campestres, tener al menos una curiyú viva para combatir plagas de ratas y roedores “domésticos” similares.
Su piel se considera valiosa tanto por sus escamas y diseño como por su tamaño.

CONSERVACIÓN
En Argentina está considerada como especie Vulnerable en el anexo de la Ley Nacional de Fauna, siendo la principal amenaza la alteración de sus hábitats. Según U.I.C.N.: todavía no se le ha asignado un estado de conservación. Según C.I.T.E.S: especie que se encuentra incluida en el Apéndice II de La Convención Internacional Sobre el Tráfico de Especies silvestres