El informe fue realizado por el Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA), por órdenes del juez federal Marcelo Bailaque, en el marco de una denuncia penal contra esa empresa interpuesta por la ONG Cuenca del Río Paraná.
Los peritos del laboratorio químico de la PFA comprobaron “la presencia de hidrocarburos parafinas lineales, similares a los aceites minerales utilizados en motores, maquinarias, etc. que se hallan contemplados en la Ley de Residuos Peligrosos en el predio de la empresa Terminal Portuaria Rosario”.
Otra pericia encontró en las muestras recolectadas del suelo de la empresa, “cadmio, plomo y cromo en concentraciones superiores a las permitidas en el uso industrial que son consideradas residuos peligrosos por tratarse de sustancias ecotóxicas”.
A su vez, se determinó que dos muestras contienen un “80 por ciento de material carbonoso, compatible con carbón de coke o petcoke”. “Ese residuo se utiliza en algunos tipos de industria como combustible por su bajo valor, pero es muy sucio y de muy alto impacto ambiental”, explicó a Télam el abogado querellante, Fabian Maggi.
“A eso hay que agregarle la preocupante presencia de plomo y mercurio porque la peligrosidad es extrema por la forma en que se esparcen en el ambiente al estar depositados a cielo abierto a merced del viento y la lluvia“, resaltó.
A su vez, consideró que “este puerto cometió la conducta altamente temeraria de manipular petcoke a granel en la misma unidad portuaria en la que se manipula alimentos como azúcar sin embolsar y subproductos de soja y trigo”.
Si bien ya había una medida cautelar que ordenó el cese en la utilización del sector del puerto en donde se acopiaba el petcoke, la medida no fue cumplida, confirmaron a Télam fuentes judiciales.
Fuente: El Federal