En agosto, la inflación mostró signos de aceleración, generando inquietud en diversos sectores económicos. Según el indicador de alta frecuencia de Orlando Ferreres, en las primeras dos semanas del mes se registró un aumento leve, pero preocupante, en los precios. Este incremento se da en un contexto de subidas en las tarifas de gas, electricidad y transporte, lo que hace que los analistas anticipen que la inflación difícilmente bajará del 4% este mes.
El Gobierno tiene la esperanza de que la reducción del Impuesto PAIS en septiembre contribuya a una disminución de los precios, pero los empresarios se muestran escépticos. Aunque el tributo disminuirá del 17,5% al 7,5%, muchos sectores, como las automotrices y los fabricantes de alimentos, advierten que no habrá una reducción significativa en los precios debido a la necesidad de recuperar márgenes de ganancia. Además, aún no se ha determinado si la baja del impuesto aplicará al inicio o al final del mes, lo que podría afectar su impacto en el índice de inflación de septiembre.
Por otro lado, la posibilidad de levantar el cepo cambiario parece cada vez más lejana. Un empresario que se reunió con el equipo económico señaló que «no hay dólares para abrir el cepo», y que probablemente las restricciones continúen durante todo 2024 e incluso en 2025. Aunque podría haber algunas flexibilizaciones parciales, el panorama sugiere que las restricciones cambiarias seguirán siendo una realidad en los próximos años.
Estas perspectivas complican aún más la situación económica del país, mientras el Gobierno busca equilibrar la contención de la inflación con la necesidad de preservar reservas y mantener la recaudación.