El mate, más que una infusión, es un símbolo cultural de Argentina. Desde el norte hasta el sur del país, compartir un mate es una costumbre que une a amigos, familias y hasta desconocidos, creando un lazo de camaradería que trasciende generaciones. Este 30 de noviembre, Argentina celebra el Día Nacional del Mate, una fecha que rinde homenaje a esta tradición que es parte fundamental de la vida social de los argentinos.
¿Por qué el 30 de noviembre? La fecha fue elegida oficialmente en 2015, tras la sanción de una ley promovida por el Senado argentino. El Día Nacional del Mate coincide con la fundación, en 1967, de la Asociación de Productores de Yerba Mate (APYM), cuyo trabajo busca mejorar las condiciones de los productores y la comercialización de la yerba en el país. Además, el mate ocupa un lugar clave tanto en la cultura como en la economía argentina, con una producción anual de más de 600.000 toneladas de yerba y un consumo promedio de 120 litros por persona al año.
El origen del mate La historia del mate se remonta a los pueblos originarios del noreste de Argentina, como los Guaraníes, quienes ya cultivaban la yerba mate, conocida científicamente como Ilex paraguariensis. Los indígenas preparaban la infusión en una calabaza, también llamada mate, compartiéndola en ceremonias de comunión, un acto social que perdura hasta hoy.