El Presidente brasileño deberá permanecer en San Pablo bajo control médico. Las actividades físicas y los viajes internacionales están suspendidos mientras avanza su recuperación.
El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió el alta hospitalaria este domingo luego de someterse a dos intervenciones quirúrgicas en el Hospital Sirio-Libanés. Una de las cirugías fue para drenar un hematoma intracraneal provocado por una caída en octubre, y la otra, una embolización preventiva para evitar nuevos riesgos.
Aunque Lula dejó el hospital, los médicos le han impuesto restricciones estrictas, incluyendo la limitación de viajes internacionales y actividades físicas intensas por al menos 60 días. «Me asusté cuando detectaron la acumulación de sangre, pero ahora estoy más tranquilo y listo para trabajar», declaró el mandatario de 79 años, quien permanecerá en San Pablo hasta el jueves para nuevos exámenes antes de regresar a Brasilia.