Este lunes comenzó a aplicarse la baja de impuestos al sector agropecuario en Argentina, una medida destinada a incentivar la liquidación de granos y aumentar las reservas. Se estima que esta decisión resultará en una pérdida de aproximadamente 800 millones de dólares en recaudación, con vigencia hasta el 30 de junio. Entre los cambios, las retenciones a la soja se redujeron del 33% al 26%, mientras que las de sus derivados bajaron al 24,5%. Asimismo, se aplicaron reducciones en el trigo, maíz, cebada, girasol y sorgo.
Aunque esta política afectará la recaudación estatal, expertos señalan que tendrá un impacto positivo en el corto plazo. Según Marianela Gayá, economista de Formula Asesores, la medida impulsará la liquidación de exportaciones, lo que beneficiará al Tesoro y al Banco Central mediante una mayor oferta de divisas. No obstante, advirtió que la menor recaudación podría ralentizar la baja de la inflación, particularmente en productos como harinas y aceites.
El ajuste en el tipo de cambio beneficiará a los productores agrícolas, quienes han enfrentado dificultades climáticas y altos costos en dólares. La mejora en sus márgenes podría aliviar parte de la presión financiera que ha afectado al sector desde diciembre de 2023.
Mariela Brandolin, consultora en inversiones, mencionó que varias empresas se verán favorecidas por esta medida, destacando a Agrometal, Molinos Agro, Molinos Río de la Plata, San Miguel y Ledesma como las que más subieron tras el anuncio. También recomendó considerar empresas como Cresud y Adecoagro, aunque sugirió analizar los aspectos financieros de cada una antes de invertir.
En los mercados internacionales, la reducción de retenciones en Argentina ha generado expectativas de una mayor competencia para los productores estadounidenses. Como consecuencia, los futuros de la soja, maíz y trigo en el Mercado de Chicago registraron caídas significativas. La soja bajó un 1,2%, mientras que el maíz cayó un 1,6% y el trigo disminuyó un 2,1%.
