Ángelo Emanuel Miño, vecino de Barranqueras, fue visto por última vez el jueves 17 de abril, tras salir a pescar con un conocido. La Policía busca esclarecer el hecho y mantiene activo el protocolo de búsqueda.
Ángelo Emanuel Miño, de 34 años, desapareció tras una jornada de pesca en las aguas del río Paraná, en cercanías al puente interprovincial Chaco-Corrientes. Fue su pareja, Olga L., quien denunció la desaparición el viernes 18, luego de no recibir noticias desde el jueves, cuando Miño envió un video a su familia avisando que regresaba a casa.
Según testigos, Miño salió a pescar con un conocido del ambiente, identificado como M. B., alias “Mati”. Un tercer testimonio, aportado por el dueño de la canoa utilizada, reveló que ambos habrían tenido una fuerte discusión en el agua, en la cual Miño habría golpeado con un remo a su acompañante. Dicha embarcación también desapareció y «Mati» fue atendido en un centro de salud, aunque se negó a declarar sobre el paradero de su compañero.
La policía detuvo a M. B. en el marco de una causa por hurto de la canoa. Por orden del fiscal Víctor Recio, se activó el protocolo provincial de búsqueda de personas y se desplegaron rastrillajes en la zona del barrio San Pedro Pescador, a cargo de la Comisaría Primera de Barranqueras.
Miño trabajaba en la Secretaría de Obras Públicas municipal, desde donde expresaron su apoyo a la familia. La denunciante aportó una descripción física detallada y una fotografía del desaparecido, que ya fue difundida públicamente.
Este caso se suma a otros similares ocurridos recientemente en la región, como la desaparición y muerte de Pablo Ovando y su hijo en Reconquista, y la del pescador Lucas Luxen, en Coronel Du Graty. La repetición de hechos trágicos en aguas del Paraná ha encendido la alarma en comunidades ribereñas.
La Justicia intenta determinar si el hecho fue un accidente o si hay elementos que configuren un hecho de violencia.