El cardenal checo Michael Czerny, jesuita como el Papa argentino, habló del legado de Francisco y del desafío de elegir a su sucesor. Agradecido más que triste, remarcó que el camino es continuar con la Iglesia de los pobres.
Tras la muerte del papa Francisco, el cardenal checo Michael Czerny ofreció una profunda reflexión sobre el legado del pontífice argentino y el rumbo que tomará la Iglesia. “Vamos a seguir el impulso del Espíritu Santo para escoger lo mejor posible el sucesor del papa Francisco”, expresó Czerny, quien pertenece a la misma orden jesuita que Jorge Bergoglio y fue nombrado cardenal en 2019.
Czerny, actualmente a cargo de los asuntos vinculados a migrantes en el Vaticano, sostuvo que el desafío es continuar con la mirada de Francisco: “Ser la Iglesia de los pobres, de los que sufren, de los que se sienten perdidos y confusos”. Y agregó: “El Papa nos ha enseñado a hacer presente a Jesús en todos los rincones, especialmente en los marcados por el sufrimiento”.
Con emoción pero sin dramatismo, el cardenal destacó que «hoy todos los diarios en Italia tienen el mismo titular: ‘El papa Francisco, el Papa de los últimos, el Papa de los pobres'». Para Czerny, lo más importante en el pontificado de Francisco fue “la cura del pueblo de Dios y de nuestra casa común”.
Finalmente, subrayó que el legado del Papa está profundamente enraizado en la renovación que impulsó el Concilio Vaticano II: “Ha hecho todo eso en el Espíritu. Es la gran reforma de Francisco: ponernos en el camino del Concilio”.