La Unión Europea respondió a los aranceles de Estados Unidos al acero y aluminio con un paquete de represalias comerciales que incluye un 25% de gravamen a importaciones norteamericanas por un total de 21.000 millones de euros. Se trata de la primera medida concreta del bloque frente a la nueva escalada arancelaria impulsada por la administración de Donald Trump.
La decisión europea se suma a la fuerte respuesta de China, que anunció aranceles del 84% a productos estadounidenses, profundizando la tensión comercial a nivel global.
La reacción de los mercados no se hizo esperar: el índice Stoxx 600 europeo se desplomó un 4,3%, y el FTSE 100 británico cayó un 3,5%. En paralelo, el precio del petróleo también retrocedió con fuerza: el barril de Brent bajó más del 5% y el del WTI perforó los 60 dólares, en niveles no vistos desde febrero de 2021.
En contraste, Wall Street abrió con tendencia positiva, impulsado por rumores de posibles conversaciones entre Beijing y Washington que podrían descomprimir el conflicto.
Desde Bruselas, explicaron que la medida europea tiene como objetivo «restablecer el equilibrio comercial» frente a las disposiciones unilaterales de EE.UU., y advirtieron que nuevas sanciones están sobre la mesa si no se logra una solución diplomática.
El escenario confirma el recrudecimiento de la guerra comercial, con impacto directo en materias primas, mercados financieros y cadenas productivas globales.
