Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el nuevo pontífice, León XIV —nacido en Chicago y con nacionalidad peruana— se presentó este jueves ante una multitud que colmó la Plaza del Vaticano. Su mensaje fue claro y emotivo: un llamado a la paz, la unidad y una Iglesia cercana “a todos, especialmente a quienes sufren”.
Robert Francis Prevost, de 69 años, fue elegido como sucesor de Francisco en la cuarta votación del cónclave. Con voz emocionada, pronunció su primer discurso, en parte en español, y destacó:
“Este es el saludo del Cristo resucitado: La paz sea con ustedes. Una paz desarmante, humilde y perseverante viene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente”.
Prevost, que fue obispo de Chiclayo y misionero agustino en Perú, recordó a su diócesis:
“Un pueblo fiel ha acompañado a su obispo y ha compartido su fe para seguir siendo Iglesia”.
Cercano a Francisco —quien lo convocó en 2023 a Roma para presidir el Dicasterio para los Obispos—, León XIV pidió construir «puentes de paz y justicia», caminar como Iglesia unida y no temer ser «misioneros del Evangelio». Además, concluyó su discurso con una oración a la Virgen María por la paz en el mundo.
La fumata blanca apareció a las 18.08 hora local. Más de una hora después, el protodiácono Dominique Mamberti anunció:
“Habemus Papam: Robertum Franciscum Prevost, qui sibi nomen imposuit Leonem XIV”.
Desde ahora, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa bajo el liderazgo de un Papa americano, con raíces profundas en América Latina y una impronta de continuidad con la visión de Francisco.
