Tras el fracaso de “Ficha Limpia”, la interna libertaria–macrista explota. Acusaciones cruzadas, pases de factura y una elección en CABA que podría sellar el divorcio político entre el Presidente y su ex aliado.
La fractura entre Javier Milei y Mauricio Macri dejó de ser un rumor para convertirse en una crisis a cielo abierto. La fallida sesión por la ley de Ficha Limpia marcó un antes y un después, reavivando viejas tensiones y desvaneciendo casi por completo la posibilidad de un acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires.
El Presidente acusó al ex mandatario de pactar con Cristina Kirchner para boicotear la iniciativa, mientras desde el macrismo lo tildaron de “alucinador” y lo acusaron de operar para dinamitar el diálogo. La tensión se trasladó a la campaña porteña, donde la disputa ya impacta en el gabinete de Jorge Macri y podría provocar un cisma en el PRO si se confirma una mala performance electoral.
Mientras Milei intenta atraer figuras del PRO como Diego Santilli o Cristian Ritondo para armar una alternativa bonaerense sin Macri, desde el entorno del ex presidente hablan de traición y “tirar del mantel” como respuesta. La Casa Rosada no oculta su estrategia: aislar a Macri y posicionar a Karina Milei y Santiago Caputo como los nuevos arquitectos políticos del oficialismo.
En este contexto, la elección en CABA se convierte en un punto de inflexión. Las encuestas muestran una pelea cerrada entre Leandro Santoro, Manuel Adorni y Silvia Lospennato. Pero más allá de los números, lo que está en juego es la hegemonía del PRO en su bastión histórico y el futuro del vínculo con el gobierno nacional.
La interna también golpea a figuras como Horacio Rodríguez Larreta, que intenta despegarse de la pelea, y María Eugenia Vidal, que exigió cambios drásticos en caso de derrota. En paralelo, la campaña libertaria avanza con fuerza, buscando capitalizar el descontento y el voto antisistema.
El próximo domingo no solo se juega una elección local: se define el rumbo de la política nacional. Si el PRO pierde la Ciudad y no logra sellar alianzas en Provincia, el liderazgo de Macri quedará en jaque. Y Milei, por su parte, deberá enfrentar las consecuencias de romper con su principal socio político.
En definitiva, Ficha Limpia no solo fue una ley que no se aprobó. Fue la chispa final de una ruptura que venía gestándose en silencio y que ahora amenaza con reconfigurar por completo el mapa político argentino.
