Productores avícolas denuncian el ingreso diario de más de medio millón de huevos por contrabando desde países vecinos. La práctica genera una fuerte competencia desleal y pone en riesgo la salud pública.
La Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) advirtió sobre un fenómeno creciente en el norte argentino: el contrabando de huevos provenientes de Paraguay, Brasil y Bolivia. Según el sector, ingresan al país unas 550.000 unidades por día sin controles sanitarios ni tributarios, lo que impacta de forma directa en el mercado interno y en la sostenibilidad de los productores nacionales.
Las provincias de Corrientes, Salta, Formosa y Misiones son señaladas como los principales puntos de comercialización ilegal. El precio de estos huevos, que se venden hasta un 40% más baratos que los locales, afecta principalmente a los pequeños y medianos productores, que deben afrontar impuestos, controles bromatológicos y costos laborales que no asumen quienes operan en la informalidad.
Además del impacto económico, el ingreso irregular de alimentos plantea serias dudas sanitarias. La falta de trazabilidad y controles puede poner en riesgo la salud de los consumidores, en un contexto donde la producción formal se encuentra en alerta por la pérdida de competitividad y el aumento de prácticas irregulares en zonas de frontera.
