Durante su visita oficial a Jerusalén, el presidente Javier Milei se refirió por primera vez a la reciente condena ratificada por la Corte Suprema contra Cristina Fernández de Kirchner, destacando que es el “primer presidente que no interfiere con la Justicia” y que “los resultados están a la vista”. La declaración fue realizada en el marco de una clase magistral en la Universidad Hebrea, ante una audiencia colmada de estudiantes.
Milei vinculó la resolución del máximo tribunal con su postura republicana, resaltando que permitió que los jueces actuaran “libremente”. Aunque su mensaje fue escueto en redes —solo publicó “Justicia. Fin” en su cuenta de X—, sus palabras resonaron tanto en la política argentina como en el ámbito internacional, particularmente en el contexto israelí, donde recibió el Premio Genesis, también conocido como el “Nobel Judío”.
El Presidente utilizó la ocasión para contrastar su accionar con el de gobiernos anteriores, en un gesto interpretado como una crítica directa a las gestiones kirchneristas. En Israel, además, el legado de CFK mantiene un fuerte cuestionamiento debido al memorándum firmado con Irán por la causa AMIA, la muerte del fiscal Alberto Nisman y su tibia reacción frente a atentados como el de Hamas en octubre de 2023.
En paralelo a su exposición universitaria, Milei también avanzó en un gesto simbólico de fuerte carga política: la firma del “Memorando de Democracia y Libertad” con el primer ministro Benjamín Netanyahu, en un acto de alto perfil celebrado en el hotel King David. El texto del convenio refuerza la alianza bilateral con Israel y alude, de forma implícita pero contundente, a las diferencias con el pasado reciente de la política exterior argentina.