La Sala del Sol del Centro Cultural Universitario de la UNNE abre sus puertas a una exposición muy particular, en este caso el aniversario de Buenavista, la obra galardonada de José Gabriel Ceballos. Una serie de pinturas y dibujos inspirados en los cuentos y personajes de la saga realizada por varios artistas.
José Gabriel Ceballos es un escritor correntino nacido en Alvear que publicó varios libros de cuentos entre los cuales se destaca la saga ambientada en un pueblo imaginario llamado Buenavista. Muchos dicen que este pueblo ficticio está inspirado en Alvear, el pueblo real donde nació y vive el autor. Una multitud de personajes conviven en tal espacio (con frecuencia repitiéndose en textos sucesivos) en una atmósfera decadente, marginada del mundo, por momentos algo fantasmagórica, en historias que varían de matices con completa libertad (historias trágicas, de humor, lúdicas, fantásticas, algunas con contenido realista, mágicas, etc.) y en las cuales se manifiesta una clara intención de profundizar en la condición humana.
El primer libro de la serie, titulado “El oidor y otros cuentos” se editó en diciembre de 1985, y por eso es que ahora se celebra el cuadragésimo aniversario de ese pueblo imaginario. En los próximos días la editorial Moglia de Corrientes lanzará “El poeta del odio”, el décimo libro de Buenavista, con cuentos que hasta ahora permanecían inéditos.
Para celebrar esta fecha conmemorativa, en la Sala del Sol (Córdoba esquina 9 de julio) y por una semana se podrá visitar una exposición que reúne veinticinco dibujos y pinturas inspirados en cuentos y personajes de Buenavista y realizados en distintos formatos a lo largo de estos cuarenta años por prestigiosos artistas, algunos de renombre nacional: Juan Carlos Soto, Luis Llarens, José Kura, Alejandro Rodríguez y Eugenio Led de Corrientes; los porteños Jorge Melo y Néstor Berllés, y los entrerrianos Nicolás Passarella y Oscar Meneguín.
Buena parte de la muestra ya fue expuesta (junto con otros cuadros que luego se dispersarían) en ocasión de las presentaciones de aquel primer libro de la saga, “El oidor y otros cuentos”, al promediar la década de los 80. Este subconjunto no fue realizado con un criterio meramente ilustrativo sino con una completa autonomía estética respecto a los textos literarios, es decir, en una relación plenamente dialógica entre la literatura y la plástica.
