Fue una de las voces más queridas de la radio noventosa. Amante del chamamé, del fútbol y la comunicación desde lo simple, el “Tula” marcó a toda una generación.
Este jueves se conoció la triste noticia del fallecimiento de Tula Meyer, histórico conductor de la radio regional y figura entrañable de los años noventa. Con una voz inconfundible y un estilo sencillo pero profundo, supo ganarse el cariño de miles de oyentes desde Radio Espectáculo En Vivo, donde fue líder de audiencia y un verdadero ícono popular.
Tula no solo fue un hombre de micrófono: fue maestro, compañero y guía para muchos colegas que hoy lo despiden con enorme gratitud. Fanático de Racing, del club San Fernando, de las motos y del chamamé —con temas como «Mi estrella perdida» o «Rosita» que lo emocionaban—, vivía con pasión todo lo que hacía. Era de esos comunicadores que le daban voz a quienes no la tenían, y defendía con firmeza a los más humildes, con frases inolvidables y un compromiso irrenunciable con la dignidad.
Su partida deja un vacío en el aire radial, pero también una huella imborrable en quienes compartieron con él charlas, mates, relatos de fútbol y valores. Tula practicaba el arte de decir mucho con palabras simples, y así dejó un legado que trasciende generaciones.
Hoy, la radio llora a uno de los suyos. Y muchos, con dolor pero también con gratitud, le dicen: gracias por tanto, Tula querido.