El jefe de Gabinete aseguró que el Gobierno bloqueará iniciativas que alteren el equilibrio fiscal, incluso si apuntan a mejorar jubilaciones o reforzar el sistema de salud. «Tenemos que evitar que sesionen», dijo sobre el Congreso.
Durante un acto frente a empresarios en el Centro Naval de Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue contundente: el Gobierno de Javier Milei vetará toda ley que implique un aumento del gasto, aun cuando se trate de mejoras para sectores vulnerables como jubilados, personas con discapacidad o el sistema de salud público. «Parece ridículo, pero tenemos que tratar de que no tengan quórum», afirmó, en referencia a la posibilidad de que el Congreso trate proyectos que contradigan la política de ajuste fiscal.
En su discurso, Francos defendió la eliminación de fondos fiduciarios, la reducción del Estado, los despidos en áreas públicas y el recorte a programas sociales. Sostuvo que el superávit fiscal es el único norte del gobierno, y celebró lo que denominó «control de la calle», en alusión a la baja presencia de protestas, un logro que, según el oficialismo, refuerza la gobernabilidad.
También anticipó que el Ejecutivo enviará un proyecto para permitir el ingreso de ahorros no declarados —los llamados «dólares del colchón»— al circuito formal, con el argumento de que se busca dinamizar la economía. Sin embargo, no brindó detalles sobre los posibles impactos fiscales ni sobre los beneficiarios de esta medida.
Mientras el presidente Milei se encuentra de viaje, Francos reafirmó que la prioridad del gobierno no está en ampliar derechos ni en atender la emergencia social, sino en sostener el ajuste. En ese marco, el veto a leyes con impacto redistributivo no solo representa una herramienta institucional, sino una señal clara del rumbo económico que el oficialismo no piensa negociar.
