Sin una orden oficial, algunas escuelas optaron por exigir su uso para prevenir contagios ante el aumento de enfermedades respiratorias.
Con la llegada del invierno y el repunte de cuadros respiratorios, algunas instituciones educativas decidieron implementar el uso obligatorio de barbijos en sus aulas. La medida no responde a una disposición general del Ministerio de Educación ni de Salud, sino que surge de decisiones internas con el objetivo de proteger a estudiantes y docentes.
Desde el área sanitaria confirmaron que no hay un brote activo de COVID-19 ni influenza, aunque se espera un aumento de casos típico de la temporada. En este contexto, las autoridades recomiendan reforzar hábitos de higiene, ventilar ambientes cerrados y mantener al día el esquema de vacunación, especialmente en niños, adultos mayores y personas con factores de riesgo.
También se encuentra en marcha una campaña de inmunización en jardines y escuelas, centrada en aplicar vacunas a niños de 5 y 11 años. Además, se recuerda a las embarazadas entre la semana 32 y 36 la importancia de recibir la vacuna contra el virus sincicial respiratorio, clave para proteger a sus bebés recién nacidos.
Aunque el uso del barbijo no es obligatorio a nivel provincial, su aplicación como norma institucional no está descartada en entornos con casos sospechosos. La recomendación clave sigue siendo no asistir a clases si hay síntomas y mantener las medidas de prevención básicas.
