El Senado aprobó este jueves la ley que impulsa un aumento del 7,2%para todas las jubilaciones y pensiones del país, además de elevar el bono previsional de $70.000 a $110.000. Aunque el presidente Javier Milei anunció que vetará la norma, la oposición podría insistir con su sanción y avanzar en su implementación, lo que abriría una disputa legal entre el Ejecutivo y el Congreso.
Con esta nueva fórmula, los haberes mínimos pasarían de $379.294 (incluido el bono actual) a $441.564, mientras que los máximos subirían de $2.081.261 a $2.231.111. También se contemplan mejoras para la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que alcanzaría los $317.436. La suba busca compensar la inflación de enero de 2024, cuando el Gobierno otorgó un aumento extraordinario de 12,5% que quedó por debajo del IPC.
El proyecto también restituye por dos años la moratoria previsional, que permite a personas sin 30 años de aportes acceder a la jubilación mínima. Según la oposición, sin esta herramienta, 7 de cada 10 adultos mayores quedarían excluidos del sistema.
Desde el Gobierno, el ministro de Economía, Luis Caputo, advirtió que el costo fiscal de estas medidas rondaría el 0,7% del PBI entre 2025 y 2026, lo que atenta contra el plan de «déficit cero». Por eso, Milei ya anticipó que vetará cualquier iniciativa que, según su visión, «ponga en riesgo el equilibrio fiscal».
Para contrarrestar esos cuestionamientos, el texto aprobado por el Congreso incluye propuestas para financiar el gasto adicional: eliminar exenciones al IVA para directores de empresas, gravar a sociedades de garantía recíproca, nacionalizar fondos de registros automotores y redireccionar partidas asignadas a la exSIDE. El debate, sin embargo, está lejos de terminar.