En una sesión cargada de tensión política, senadores impulsarán proyectos que impactan en jubilaciones, discapacidad y fondos coparticipables. El Ejecutivo anticipa vetos y acusa a los gobernadores de querer “destruir” su gestión.
Este jueves 10 de julio, el Senado nacional vivirá su jornada más confrontativa con el Gobierno desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Con el respaldo de los gobernadores, se presentarán proyectos que apuntan directamente a reforzar los ingresos jubilatorios, garantizar fondos para discapacidad y modificar el esquema de redistribución de recursos hacia las provincias.
La sesión fue convocada para las 14 horas, tras el fracaso de la reunión de Labor Parlamentaria. Aunque el oficialismo busca bloquearla, el peronismo aportaría 34 de los 37 senadores necesarios para el quórum. Desde el entorno de Victoria Villarruel, presidenta de la Cámara alta, indicaron que habilitarán el temario si se alcanzan las presencias.
Uno de los proyectos más avanzados es la declaración de emergencia para la discapacidad hasta diciembre de 2027, que ya cuenta con media sanción y podría convertirse en ley si logra mayoría simple. Además, se tratarán otras tres iniciativas sobre jubilaciones: un aumento extraordinario, el refuerzo del bono y la restauración de la moratoria previsional. Estas propuestas cuentan con apoyo del peronismo, el radicalismo y sectores del PRO.
También se debatirán dos proyectos clave impulsados por los 24 gobernadores para redistribuir los fondos del Impuesto a los Combustibles Líquidos y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Necesitan dos tercios del Senado para ser aprobados. La eliminación de varios fideicomisos también está en agenda, con la intención de que sus recursos pasen al sistema de coparticipación federal.
En paralelo, se buscará revertir el veto presidencial a la emergencia por la tragedia de Bahía Blanca, que había sido aprobada por unanimidad. Y se debatirá una declaración para preservar el control estatal sobre YPF, ante el reciente fallo judicial adverso en EE.UU.
La tensión con el Ejecutivo creció aún más tras las declaraciones del presidente Milei, quien acusó a los gobernadores de querer “destruir al Gobierno nacional”. Pese a los posibles vetos, la oposición buscará marcarle la cancha al oficialismo en su territorio más sensible: la Cámara Alta.