Pablo Ezequiel González, de 27 años, murió tras recibir una puñalada en el pecho. La Justicia investiga las causas del crimen y avanza con pruebas clave: hallaron dos autos, un cuchillo y prendas manchadas con sangre.
Una madrugada de violencia terminó en tragedia en la ciudad de Resistencia. Pablo Ezequiel González, de 27 años y oriundo del barrio Evita, fue asesinado este domingo tras una pelea ocurrida a la salida de un bar ubicado sobre la calle Nicolás Rojas Acosta al 700. La víctima fue atacada con un arma blanca y, pese a haber sido trasladado de urgencia por su hermano al Hospital Perrando, no logró sobrevivir a la gravedad de las heridas.
La secuencia se inició dentro del local nocturno, donde González, su hermano y otros dos hombres fueron expulsados por personal de seguridad tras protagonizar una pelea. La confrontación continuó en la vía pública y culminó con el joven herido de muerte. Los agresores huyeron en dos vehículos particulares.
A partir de ese momento se desplegó un amplio operativo encabezado por comisarías de la zona metropolitana, el Departamento de Investigaciones y la Unidad Fiscal. Gracias al trabajo coordinado, se logró dar con elementos clave para el caso: dos vehículos abandonados —un Volkswagen Vento negro y un Bora gris oscuro— fueron hallados en un descampado de Fontana y secuestrados por la Policía.
Horas más tarde, dos personas se presentaron voluntariamente ante la Justicia. Primero fue un hombre de 47 años que, con tono de desesperación, dijo: “No quiero que me maten”. Minutos después, un joven de 21 años, acompañado por su abogado, se entregó en una comisaría. Ambos fueron notificados de su detención en el marco de la causa caratulada como «supuesto homicidio».
La investigación también permitió ubicar un cuchillo con manchas de sangre y una prenda de vestir abandonada sobre la avenida Vélez Sarsfield, elementos que habrían sido descartados durante la huida y que ya fueron incautados como pruebas.
El crimen de Pablo González sacude a la comunidad resistenciana y pone en foco la violencia que se vive en contextos de ocio nocturno. La causa sigue abierta y la Justicia continúa recabando testimonios para determinar con precisión las responsabilidades de los involucrados.