El hecho se conoció días atrás con el nacimiento de un pequeño llamado Thaddeus Pierce, quien desde ahora es el bebé récord de la neonatología. También representa un hito en lo que concierne a la medicina, la fertilización y conservación embrionaria humana.
El nacimiento de Thaddeus Daniel Pierce en Estados Unidos marcó un récord en la neonatología, debido a que el embrión que permitió gestarlo estaba ‘congelado’ desde hace 31 años.
En 1994 una mujer identificada como Linda Archerd, de 62 años, decidió congelar cuatro embriones tras una fecundación in vitro. Uno de esos embriones fue utilizado con éxito para el nacimiento de su hija, mientras que los otros tres fueron cuidadosamente almacenados en nitrógeno líquido durante más de tres décadas.
A pesar de su divorcio, Archerd eligió mantener activos los embriones, pagando anualmente por su almacenamiento, con la esperanza de que pudieran beneficiar a otra familia en el futuro.
Finalmente, a través de una agencia especializada en adopción embrionaria, Archerd eligió a Lindsey y Tim Pierce, quienes habían intentado ser padres durante años sin éxito. Este nacimiento superó el récord anterior, que había sido el de gemelos nacidos en 2022 de embriones congelados en 1992, y reafirmó la efectividad de las técnicas actuales de criopreservación.
El proceso de criopreservación de embriones implica varias etapas cuidadosas, que terminan con el almacenamiento en nitrógeno líquido a casi 200 grados bajo cero, lo cual detiene por completo la actividad celular.