La medida alcanza a los centros de producción de celulares y dispositivos electrónicos. Los operarios estarán una semana por mes sin actividad hasta diciembre, en el marco de un acuerdo sindical que busca evitar despidos.
El grupo industrial Mirgor resolvió suspender a más de 360 trabajadores en varias de sus plantas de Tierra del Fuego, especialmente en las fábricas de IATEC, Famar y Brightstar, dedicadas al ensamblaje de celulares y equipos electrónicos. Según confirmaron fuentes gremiales, la medida regirá hasta fin de año y consiste en que los empleados interrumpan sus tareas una semana al mes, con continuidad del vínculo laboral.
La decisión se tomó en un contexto marcado por la caída de las ventas internas y el impacto del decreto 333/2025, que redujo aranceles a la importación de teléfonos móviles y estableció su eliminación total a partir de enero de 2026. El esquema de suspensiones fue acordado con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y contempla que los salarios de los días no trabajados se abonen en un 50% como suma no remunerativa, sin afectar vacaciones, aguinaldo ni premios anuales.
Los sindicatos aseguran que la empresa desistió de una alternativa más drástica que implicaba despedir a 200 operarios, aunque desde el sector empresario no confirmaron esa versión. Sí coincidieron ambas partes en que el objetivo inmediato es sostener los puestos de trabajo en medio de la incertidumbre por la política comercial y el retroceso del consumo.
La medida afecta de manera directa al segmento de celulares y televisores, mientras que las líneas de autopartes y otras unidades productivas del grupo no modificaron su ritmo habitual. Mirgor, que emplea cerca de 2.000 personas en nueve plantas, enfrenta la presión de competir con dispositivos importados, cuyo costo se redujo tras la flexibilización impositiva.
De acuerdo con estimaciones del sector, la continuidad de más de 7.000 empleos directos en la industria electrónica fueguina dependerá de la evolución de los precios y del nivel de demanda interna. En paralelo, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, defendió la liberalización del mercado al señalar que los consumidores se beneficiarán con precios más bajos y que el ajuste laboral será “parcial y transitorio”.
Los gremios, en cambio, advierten que la incertidumbre es inmediata y reclaman discutir medidas que fortalezcan la competitividad de la producción nacional para evitar una crisis laboral de mayor magnitud en la provincia.