Subieron las tasas de interés y las entidades bancarias pagan hasta más del 50% por los plazos fijos

DESTACADO DEL DIA Economia Nacionales

La situación se debe, según los expertos, a la medida que tomó el Banco Central recientemente y esto repercutió en las decisiones de los bancos que operan en la República Argentina.

La tensión financiera y la decisión del Banco Central de subir nuevamente los encajes bancarios empujó a muchas entidades financieras a sostener las elevadas tasas que ofrecen a los ahorristas y, como es esperable, impactará aún más sobre el encarecimiento del crédito para las empresas y los individuos.

 

Según el último dato oficial publicado correspondiente al viernes 22, el promedio pagado en el sistema financiero por un plazo fijo a 30 días es del 51,3 por ciento. Diez días antes el rendimiento promediaba el 43% y un mes atrás apenas alcanzaba el 33 por ciento.

 

En los bancos explican que los cambios en el esquema de encajes dispuesto por el BCRA que entró en vigencia la semana pasada, que obligan a un cómputo diario en lugar de mensual, complicaron aún más el manejo de la liquidez diaria, que antes se organizaba en base a las Lefi, ya desactivadas.

 

 

 

Esa modificación, junto con la suba de encajes de ayer, obliga a los bancos a salir a buscar más depósitos. En varias entidades aseguraron que se verán forzados a seguir subiendo el rendimiento para los plazos fijos, lo que naturalmente derivará en nuevas subas para las tasas de todos los préstamos y les pondrá un freno mayor al ya iniciado en el último mes.

 

En los bancos privados líderes, las tasas para depósitos a 30 días se ubican holgadamente por encima del 50%. Es el caso del Galicia, que van del 50 al 58%, o del Macro, del 53 al 56%, según la calificación del cliente, el monto y el tipo de paquete que tenga en la entidad. Supervielle ofrece 51%, BBVA del 45 al 48% y Santander del 38 al 41%. También hay bancos de menor tamaño que ofrecen rendimientos altos: es el caso de CMF (52%), Reba (50%), Bica (51%) y Voii (51%). Entre los bancos públicos, el Nación acaba de subir su tasa al 47% y el Provincia a 48%.

 

 

Pero todas estas tasas ofrecidas pueden considerarse provisorias. Todas las entidades aseguran tener cambios bajo análisis para responder al nuevo nivel de encajes y cubrirse de cualquier faltante de liquidez. Aún cuando en la mayoría de los casos, las tasas fueron subidas la semana pasada tras la anterior suba de encajes.

 

En el caso de los grandes depósitos, en manos de las empresas, no es extraño que la negociación se ponga tensa y que se compita fuerte entre las entidades. En un banco de primera línea explicaron a Infobae que tomaron un depósito a 30 días por $1.000 millones a una tasa del 60%, no sin antes disputarse ese cliente con otras entidades.

 

La decisión de los bancos de volver a mover los rendimientos tiene el foco puesto en el miércoles, el día en que la secretaría de Finanzas realizará una nueva licitación de bonos del Tesoro, para enfrentar vencimientos de aproximadamente $9 billones.

 

Allí, el equipo económico espera comenzar a encontrar parte del alivio. Se ofrecerán títulos con duration mayor a 60 días que, en base a lo dispuesto por el BCRA, podrán utilizarse para integrar los encajes a partir de la semana próxima. Y allí, espera el Central, los bancos no tendrán demasiadas opciones.

 

 

“Solo esos títulos podrán ser usados para encajes. Es decir que si los bancos no quieren que sus pesos encajados rindan 0, deberían ir a la lici y licitar títulos con una duration mayor a 60 días. De esta forma, el tesoro se asegura un buen piso de rolleo en la licitación que tendrá lugar mañana“, señaló un informe de Grupo IEB.

 

La contrapartida de una suba de tasas para el depositante no es otra que una suba para el tomador de préstamos. Por ello, el complicado panorama monetario traerá un enfriamiento del crédito, cuya expansión había sido el gran motor de la recuperación económica a fines del año pasado y comienzos del actual.

 

Con un ojo en el mercado y otro en el calendario electoral, el Gobierno debió elegir entre acentuar la baja de la inflación o sostener la actividad económica. Y claramente se inclinó por lo primero. La decisión de secar la plaza de pesos apunta a quitar el dinero que puede irse al dólar o recalentar la inflación. Y no hay un objetivo superior a evitar ese escenario.

 

Mientras tanto, el crédito ve también sus cambios de tasas. En el caso de los hipotecarios y prendarios, los de más largo plazo, en algunas entidades se asegura que están cerrando los préstamos que ya se habían iniciado con los clientes, pero casi no se empujan préstamos nuevos. Es imposible tener certeza de cuáles son las tasas a aplicar, incluyendo en los ajustados por UVA.

 

En el caso de los préstamos al consumo, el encarecimiento del fondeo, la suba de tasas y el riesgo de mayor morosidad también lleva a los bancos a tener mucha cautela.

Con información de Infobae.

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