En la madrugada del sábado 6 de septiembre, Lautaro Antuniano, un joven chaqueño de 23 años, falleció en el barrio porteño de Palermo. Su madre, Mónica Maciel, relató que Lautaro fue detenido por efectivos policiales, quienes lo habrían golpeado hasta provocarle un paro cardíaco. Según su relato, el joven luego fue trasladado al Hospital Fernández sin documentación y murió alrededor de las 17 horas, mientras la familia logró ubicarlo recién a las 22 horas.
Mónica Maciel, que reside en Sáenz Peña, viajó a Buenos Aires para presentar la denuncia y acompañar la investigación. La mujer recordó que Lautaro llegó a la capital argentina a los 14 años para jugar al fútbol en Lanús y permaneció allí hasta los 18. Posteriormente, se dedicó a la música y durante el último año vivió en Neuquén con su pareja, regresando a Buenos Aires en marzo. “Lautaro era una luz, tenía toda la vida por delante, no es justo lo que pasó”, expresó su madre.
La denuncia formal fue presentada en la Fiscalía con el abogado Roberto Casorla Yalet, quien explicó los hechos según la información recabada hasta el momento. “Por motivos que aún no se establecieron, a Lautaro se le cae del pantalón el dispositivo que controla la pulsera electrónica de monitoreo. Una persona que lo vio pasar lo levantó y, en ese momento, apareció un patrullero que le consultó qué hacía con ese aparato en la mano. Fue allí cuando la Policía tomó el dispositivo y procedió a detener a Lautaro”, detalló el abogado.
Casorla Yalet remarcó que el joven contaba con una restricción de acercamiento hacia su pareja, medida controlada mediante la tobillera electrónica, pero que ese no fue el motivo por el cual la Policía intervino. Lautaro se encontraba en la zona de Palermo, cerca del hostel donde se alojaba, y no en las inmediaciones de la vivienda de la madre de su hija.
Según la querella, los apremios ilegales que sufrió Lautaro derivaron en su muerte. Este jueves, la familia se presentará formalmente como querellante en la causa para garantizar que se investigue la intervención de la Policía y se determine responsabilidades.
La madre del joven y su abogado insisten en que se esclarezcan los hechos y se haga justicia. “No vamos a parar hasta que se sepa quién fue”, enfatizó Mónica Maciel. La causa continúa bajo investigación judicial y la familia busca visibilizar el caso a fin de que se tomen medidas sobre la actuación policial.
